vitoria. El Ayuntamiento de Vitoria se plantea mejorar la señalización vertical en torno al bidegorri de la calle Castillo de Quejana, un nuevo tramo que conecta los barrios de Ariznabarra y Zabalgana. La concejala de Espacio Público, la popular Leticia Comerón, explicó ayer que el gabinete quiere aprovechar que todavía no se ha recibido la obra para incluir estas advertencias. La edil también confirmó que el ejecutivo local trabaja en una campaña informativa en torno a las nuevas zonas con velocidad máxima para vehículos de 30 kilómetros por hora. Se trata de intentar lograr un "cambio de mentalidad" para mejorar esta convivencia entre coches y bicicletas.
Tanto la asociación de ciclistas urbanos Bizikleteroak como la asociación de vecinos de Ariznabarra-Prado, Gazteluen Auzoa, exigen al Ayuntamiento que reaccione para evitar el peligro y la confusión que rodean a este nuevo bidegorri, muy utilizado porque se extiende hasta Zabalgana, y en especial al tramo de Castillo de Quejana, donde se ubica un supermercado y un taller ocupacional. La vía en este punto, en dirección a Zabalgana, tiene un espacio que deben compartir, de igual a igual, coches y bicicletas. Pero, en uno de sus lados, hay un bidegorri que discurre en sentido contrario al de la circulación. Está separado del resto de la calzada por unas líneas discontinuas, y de ahí las dudas de vecinos, ciclistas y conductores: ¿los coches pueden emplear esta parte de la carretera?
Fuentes municipales, como ya adelantó este rotativo, explicaron que los coches pueden cruzar el bidegorri para aparcar -hay espacios de estacionamiento a los dos lados de la vía- siempre que la línea sea discontinua y no se acerque ningún vehículo de frente, que en este caso sólo pueden ser bicicletas.
Este diseño ya ha generado discusiones y algún que otro susto en la zona, según revelan tanto Bizikleteroak como la asociación vecinal, que el pasado 29 de noviembre pidió a los grupos que solventen el tema. El colectivo también lamenta el peligro que se genera en la salida de los coches aparcados, ya que para ello deben atravesar el bidegorri.
El grupo municipal del PSE se hizo ayer eco de estas peticiones para instar al ejecutivo local a que actúe antes de que se produzca un suceso grave. La concejala de Espacio Público, en comisión, adelantó que ya se estudia cómo mejorar la señalización vertical, a pesar de que desde el área de Tráfico le aseguran que las medidas son "claras". Por otro lado, descartó la posibilidad, como solicitaba esta entidad vecinal, de que se construya una rotonda o un acceso para cambiar el sentido en torno a la avenida del Mediterráneo y Teodoro González de Zárate para así evitar tráfico en Castillo de Quejana, porque el PP cree, básicamente, que el remedio sería peor que la enfermedad.
Comerón confirmó que también se trabaja en la campaña de comunicación que explique las nuevas zonas 30 -de velocidad máxima permitida-, que cobrarán peso cuando, gracias al Plan de Movilidad Sostenible, se impulsen las llamadas supermanzanas para dar más relevancia al peatón. Esta iniciativa explicativa se extenderá a toda la ciudad. La concejala entiende que Vitoria, poco a poco, deberá cambiar de mentalidad a la hora de circular, puesto que se exigirá una mayor atención en estos puntos. Mientras, el concejal socialista Juan Carlos Alonso dudó de que "todo pueda solucionarse con una campaña de comunicación".