Vitoria. Iba a ser una estación provisional y ya ha traspasado la mayoría de edad. Demasiado tiempo para un equipamiento triste, con un vestíbulo pequeño, sin servicios mínimos, y un área exterior donde buses, coches y taxis se disputan huecos en primera, doble y tercera fila, mientras los usuarios caminan perplejos entre los vehículos, buscando desesperadamente el suyo. Por eso, quienes sufren la terminal a diario o habitualmente piensan ya en 2014: el año en que, Maroto mediante, Los Herrán apagará los motores para siempre y pasará el testigo a la nueva estación de autobuses de la plaza Euskaltzaindia. Es un adiós alegre y deseado, una despedida que empezó a fraguarse esta misma semana con el inicio de las obras en el solar de Lakua, a pesar de que tras dos décadas de martirio y un proyecto abortado hay quienes reconocen sentirse como Santo Tomás. Y a pesar, también, de que la ubicación escogida para la futura terminal, en uno de los puntos viarios más negros de Vitoria, sigue creando dudas.
Conductores
Verlo para creerlo
"La buena noticia será cuando esté hecha y empecemos a trabajar allí. Mientras tanto, no nos lo creemos". Habla el hartazgo de Alberto, conductor de una de las líneas Bilbao-Vitoria de la compañía La Unión. Por mucho que hayan empezado ya las obras en la plaza Euskaltzaindia, él necesita algo más, ver que la estación toma forma. Son demasiados años, dieciocho en su caso, soportando una estación que les dijeron que sería provisional. "Aquí no tenemos espacio, no hay aparcamientos, no hay unos servicios mínimos...", apunta. También su compañero Alfredo lamenta las carencias de la terminal. "¿Que qué horas del día son las peores? Las 20 horas del día son malas. Y se suponía que sólo íbamos a estar aquí dos años, pero ya llevamos casi veinte. A mí se me ha caído el pelo en Los Herrán", apostilla el profesional.
Roberto, otro chófer de La Unión, todavía conserva la cabellera. Y eso que, como el resto, opina que las condiciones de la actual estación son para tirarse de los pelos. "Es que se ha quedado muy pequeña. Tenemos que descargar en doble fila", critica. Respecto a la futura estación, él confía en que el emplazamiento escogido no conlleve demasiados problemas de tráfico. "Desde luego, para los que vamos a Bilbao, es mucho más rápido y directo que Los Herrán". Alberto, no obstante, advierte de la necesidad de planificar bien los accesos y salidas de los autobuses. "El carril-bus en bulevar de Euskal Herria es una buena idea para acceder desde allí a la entrada, en la calle Donostia. Ahora bien, como se les ocurra que para salir tengamos que coger otra vez bulevar de Euskal Herria... Entonces sí que se puede montar una muy gorda", advierte. A su juicio, debería de haberse construido la futura terminal "aún más lejos", a las afueras de la ciudad, con una potente red de transporte público que conectara fácilmente a los usuarios con este espacio.
Taxistas
Mejor cualquier otra cosa
A los taxistas, como a los autobuseros, la estación de Los Herrán se les quedó pequeña hace mucho tiempo. Por eso, "cualquier cosa nueva será mejor que esto", afirma Jesús, con la experiencia que le dan 37 años al frente del volante. La situación en la actual terminal es, a su juicio, "de vergüenza". Los autobuses, cuando llegan, buscan sitio donde pueden para aparcar. Los coches que esperan a los viajeros, ídem. Y ellos, a duras penas, conservan su espacio. Mucho menos del que les gustaría, dada la demanda del servicio. "Es que tendríamos que poder entrar unos 25", calcula este profesional.
Lo que no tiene tan claro Jesús es que el gabinete Maroto haya acertado con la ubicación escogida para la futura terminal. "Está el tranvía de por medio, esas rotondas tan congestionadas...", advierte. Más crítico es aún su compañero Manuel Ángel. Pese a estar contento por el inicio del fin de Los Herrán, cree que debería de haber seguido adelante el proyecto de Arriaga. "Vale que comía un poco de parque, pero ofrecía una salida directa hacia Bilbao y entorpecía mucho menos el tráfico. Veremos qué pasa en Lakua. Yo creo que el emplazamiento no es idóneo, sobre todo para los autobuses", matiza.
Usuarios
Pena que no sea en el centro
Cuando una ciudad ha tenido una estación de autobuses céntrica, a los usuarios les cuesta aceptar que tendrán que coger uno o dos urbanos, o hacer trasbordo con el tranvía, para llegar a la nueva terminal. "A mí me viene peor que esté en Euskaltzaindia, pero no se puede acertar con todo el mundo", reconoce Cristina. Ella es una de esas pasajeras a las que el chófer acaba conociendo. Lleva tantos años como su carrera universitaria viajando a San Sebastián. Por eso, conoce bien las deficiencias de Los Herrán. "No funciona. La visibilidad de los autobuses, fundamental para saber a dónde dirigirte, es nula. Carece de muchos servicios y arquitectónicamente sólo hay que verla", apunta la joven, sentada en un descascarillado banco, mientras juguetea con el ticket.
María Teresa también opina que Los Herrán es poca estación para Vitoria, pero no ve tantas pegas. Le preocupa mucho más la futura ubicación en Lakua. A su juicio, "para la gente mayor y quienes vienen de los pueblos es incómodo y un lío que la pongan tan lejos". Ella, para colmo, cumple las dos premisas: es veterana y vive en Maestu.