Viernes 16 de noviembre de 2012/El Ayuntamiento venderá tres parcelas y un local embargados por impago/Los compradores tendrán que hacerse cargo de las deudas. Anuncios como éste afloran en Vitoria tras el desplome del boom inmobiliario y la llegada de la crisis económica. Las subastas no sólo afectan a las viviendas o locales comerciales y de negocios, también a los terrenos destinados a la construcción. Solares vacíos en los que crece la hierba después de que sus promotores hayan quebrado o no tengan capacidad financiera suficiente para afrontar la obra. Terrenos olvidados en los que ya no entran las máquinas excavadoras ni las grúas se van a dejar ver durante los próximos meses.
En la mayoría de los casos, el promotor abandona sin cumplir los compromisos con el Ayuntamiento que, para no peder el dinero, embarga las propiedades y las intenta vender a un tercero, que sí se hará cargo de los impagos del anterior dueño. Pero en la situación económica actual no es tan fácil colocar estos bienes. De hecho, la venta mediante adjudicación directa de mañana se hace después de que quedase desierta la subasta celebrada el pasado 18 de julio.
Los datos que maneja el Departamento municipal de Hacienda no revelan un aumento destacado de subastas de parcelas embargadas en comparación con tiempos pasados, entre otras razones porque en la mayor parte de los casos son los bancos y cajas de ahorro quienes se quedan con los bienes, como ocurre con los pisos de personas desahuciadas. ¿Para qué? Para cobrar las deudas que los promotores también han contraído con las entidades financieras. "Cuando una constructora inicia un proyecto de estas características habitualmente tiene que pedir un crédito; si le va mal, deja de pagar al banco, que le embarga; así que son ellos quienes más notan el aumento de estos casos", apuntan desde Hacienda.
más patrimonio, menos dinero Habrá que ver si el Ayuntamiento consigue vender los cuatro lotes, puesto que también está necesitado de dinero. En caso contrario, acabará enriqueciendo el patrimonio municipal, pero sin dinero para invertir y asumiendo los costes de las urbanizaciones que ya ha adelantado y corre peligro de no cobrar.
No son los únicos casos, pero el primero de los lotes puesto a la venta en esta ocasión es una parcela en Borinbizkarra de 447 metros cuadrados de superficie. El precio fijado por el Ayuntamiento es de 42.396 euros, pero el comprador deberá hacerse cargo también de los 42.636 euros de deuda correspondientes a los costes de urbanización impagados, más los gastos que por este concepto puedan surgir en el futuro. El segundo paquete es un local comercial situado en planta baja de la calle Adriano VI, que carece de cargas reales y sale a la venta por 185.158 euros.
El tercer lote corresponde a una cuarta parte de una finca de Aretxabaleta con una superficie de 1.818 metros cuadrados destinados en principio a la construcción de vivienda libre. El Ayuntamiento ha fijado un precio mínimo de adjudicación de 165.981 euros. Sin embargo, quien se quede con el terreno tendrá que abonar 473.174 euros por impagos al erario público del anterior propietario, más los gastos de urbanización que surjan en el futuro. Y el cuarto paquete, a otro terreno no edificado de Zabalgana, con una edificabilidad de 600 metros cuadrados para vivienda unifamiliar libre, que sale por 222.991 euros, a los que el comprador tendrá que sumar 130.934 de la deuda contraída con la Hacienda municipal.
En definitiva, el Ayuntamiento tiene que hacer frente a los impagos y deudas de los promotores sacando a subasta o a la venta sus parcelas para cobrarse la deuda -gastos de urbanización que ya ha adelantado- y no perder unos ingresos que tanto necesita para cuadrar sus cuentas. Una operación cada vez más compleja, ya que no siempre se logran vender los bienes a la primera debido a la crisis.