Vitoria. El Gabinete Maroto apuesta por no realizar más obras del Itinerario Muralístico de Vitoria-Gasteiz (IMVG) La ciudad pintada en el Casco Viejo. El Ejecutivo local, a raíz de unas consultas a arquitectos y otros técnicos, considera que, después de las "doce" fachadas recuperadas con esta iniciativa social y artística, la almendra medieval podría "saturarse". Y, por ello, propone continuar con el proyecto pero en Zaramaga. Esta decisión, sin embargo, no contenta al grupo municipal del PNV, que lamenta que se cierren las puertas del Casco Viejo a un proyecto que, hasta ahora, se había vinculado a esta zona de Vitoria. Entre las asociaciones vecinales del barrio, mientras, se lamenta la aparente marcha de un proyecto que atraía turistas al barrio, pero también se recuerda que hay otras necesidades sociales en la zona.

La idea del IMVG es rehabilitar fachadas, entornos y convivencia. El proyecto implica a artistas, estudiantes, voluntarios y vecinos en la recuperación de fachadas. En 2007, en la plaza de la Burullería, se pintó el primero de los murales, el llamado Al hilo del tiempo. Después le siguieron otras nueve obras -doce, según habló ayer el PP, si se tiene en cuenta que el mural situado junto a Herrería es doble y tiene una parte de mosaico- en zonas como la escuela infantil Haurtzaro, el entorno de la Muralla y el centro cívico Aldabe o las calles Santa María, Pintorería, Francia y Zapatería. La última pared en sumarse al recorrido ha sido una situada en los límites del Casco, encima del restaurante Pimpollo.

Ahora parece que el IMVG mira más allá. El equipo de gobierno ya había hablado con anterioridad de la posibilidad de trasladar la iniciativa al barrio de Zaramaga, donde ya se han desarrollado iniciativas de arte urbano para mejorar la imagen del barrio. Y el concejal de Promoción Económica, el popular Fernando Aránguiz, enmarcó ayer en esa revitalización de Zaramaga a esta iniciativa artística, un paso que ve lógico por su cercanía a los trabajos ya realizados en el Casco Viejo.

El representante del Ejecutivo reveló que, tras conversaciones con arquitectos y técnicos de Turismo, se considera que doce obras son "suficientes" para el Casco, y que más murales podrían saturarlo. No obstante, reiteró su compromiso con el IMVG -algo ahora a tener en cuenta, en época de carestía económica- y por trasladarlo a Zaramaga, ya sea para decorar fachadas de edificios municipales o bien empresas o inmuebles. Y el formato incluiría un plan de empleo para contratar a estudiantes de Diseño o Bellas Artes. Este detalle preocupó a la edil jeltzale Nerea Melgosa, quien consideró que podría poner en riesgo el modelo participativo que, hasta el momento, caracteriza al itinerario.

Desde Gasteiz Txiki recordaron que nunca han participado en esta iniciativa, que en su opinión va dirigida a "atraer turistas" al barrio como pretendía la ahora extinta Agencia de Revitalización de la Ciudad Histórica, mientras que su apuesta es otra, la de realizar inversiones que mejoren las condiciones del Casco, como resolver los problemas de la escuela. Desde Barrenkale, su portavoz Rafa Ruiz de Zárate también remarcó estas necesidades -"aquí hay muchos proyectos, pero pocos hechos"-, pero lamentó la pérdida de un proyecto que atraía visitantes pero que "también ayuda a los vecinos a sentirse orgullosos" de un barrio que, con estas obras, gana en "atractivo". "Si hubiese más posibilidades para realizar murales, seguiría apostando por que se hicieran más en el Casco", apuntó.

La otra cara de la moneda la pone Zaramaga, que tomaría el relevo del Casco en el tema de los murales. El portavoz de Iparralde Zaramaga, Fernando Cuesta, esperó que éstas y otras apuestas -cree que no debería copiarse simplemente el modelo de la almendra- sirvan para reactivar las lonjas vacías del barrio "que nunca se han abierto". "Necesitamos que se haga algo", subrayó.