Vitoria. Los centros cívicos proyectados en los nuevos barrios de la ciudad han sufrido un constante baile de fechas desde que el Consistorio pulsó el play. Y ahora, parece que el de Zabalgana vuelve a estar en pause. El equipo de gobierno insiste en que "no hay novedades" sobre este futuro equipamiento, pese a que en mayo el proyecto ya había cobrado forma y estaba listo para que los servicios técnicos confeccionaran los pliegos para poder sacar a concurso la obra. Ni siquiera el alcalde quiso pronunciarse sobre el devenir de esta infraestructura en su última rueda de prensa, antes de las vacaciones, cuando sí habló sobre las novedades del de Salburua. Tanta inconcreción choca, sobre todo porque a los vecinos sí se les había prometido que los trámites estarían listos para finales de agosto. Y aun así, al preguntársele cada día al PP sobre la veracidad de esta fecha, se repite la misma contestación: "No hay novedades".

La asociación vecinal Zabalgana Batuz teme que el proyecto vaya a acumular un nuevo retraso. El enésimo ya. Durante el mandato socialista se llegó a anunciar la apertura del centro cívico para 2013. "Pero los actuales responsables nos dicen que aquellas promesas no se sustentaban en ningún trabajo técnico", explica. Con Javier Maroto en la Alcaldía, llegaron las modificaciones del boceto original para ajustar su precio; cambios que pospusieron la licitación de la obra a "la primavera de 2012". La fecha la dio el equipo de gobierno, hasta que el paso de los meses dio al traste con la previsión. Posteriormente, surgió una nueva, publicada en el buzón ciudadano y comunicada a los colectivos del barrio: los pliegos administrativos y técnicos para sacar a concurso el proyecto estarían listos en agosto. Y luego sería cuestión de unos pocos meses el arranque oficial de los trabajos. Antes, por tanto, de que terminara el año.

Pero no. A tenor del "sin novedades", habrá que seguir armándose de paciencia para esperar la materialización del centro cívico de Zabalgana. El proyecto, por cierto, dista bastante de aquel que presentó el Gabinete Lazcoz en mayo de 2010: un espacio de 14.000 metros cuadrados, situado entre las calles Juan Gris, Labastida y Portal de Zuazo, que agrupaba varios edificios de una sola planta con un estilo orgánico y con el anfiteatro como seña de identidad. Con Maroto en el poder, imperó la idea del ahorro y, para ello, se cambió el anfiteatro por un salón de actos. Una tijera que generó críticas desde Zabalgana Batuz y Pasabidea, por la la falta de información sobre el proyecto. Por eso, a petición vecinal, se creó un grupo de trabajo específico sobre el centro cívico. Sólo se reunió una vez con los responsables municipales, el pasado 7 de marzo.

Si después los colectivos han conocido algo sobre la evolución del proyecto ha sido por sus reiteradas peticiones de información. Zabalgana Batuz preguntó en abril, en julio y a principios de este mes. No obstante, la asociación lamenta el nulo margen de maniobra que han tenido los representantes vecinales ante el proyecto, presentado "como una idea cerrada, sin la posibilidad de proponer servicios". El centro cívico se agrupa en varias áreas, desde la zona de la cafetería, la deportiva y las dos áreas socioculturales, una en torno a los talleres, en el lado este de la parcela, y otra al norte, con las bibliotecas y la sala de estudio. Así, por ejemplo, hay espacio para unas piscinas -un punto criticado por los vecinos era que se quedarán pequeñas- de uso recreativo e infantil, una pista polideportiva y vestuarios. Para cambiarse aquí, habrá de nuevo área masculina, femenina y una tercera de uso colectivo. La zona deportiva también contará con unas gradas con 116 plazas, dos gimnasios y, entre otros, un taller de danza.

Respecto al salón de actos, con una entrada general y un acceso propio, su uso será polivalente, con una pendiente para facilitar la visión de los asistentes. Y en el área sociocultural de la zona este, la clave es que todos los espacios se articularán en torno a patios interiores para que llenen de luz natural el espacio.

Zabalgana Batuz tiene claro que si se produce un nuevo retraso de los plazos prometidos denunciará la situación y acudirá al barrio para que los vecinos actúen unidos y enérgicos en su exigencia de equipamientos. Frente a quienes cuestionan inversiones de estas características en la actual época de vacas flacas, esta asociación del barrio recuerda que "en estos sectores se ha generado un dinero que se debe destinar a dotarlos de servicios y sus residentes no pueden aceptar ser de segunda".