Vitoria. La Agencia de Revitalización de la Ciudad Histórica, Arich, "ni se disuelve ni es absorbida" en 2012. Eso sí, su presupuesto no incluye partidas para personal ni para otras inversiones. Sólo para amortizar créditos. Pese a todo, el concejal de Promoción Económica, el popular Fernando Aránguiz, quiso despejar fantasmas sobre cómo afectará el paso de esta entidad a la sociedad Ensanche 21 e insistió en que el compromiso del Ayuntamiento de Vitoria con el Casco Viejo se mantiene e, incluso, "se intensifica". La oposición, mientras, evidenció su suspicacia sobre estos cambios.

La comparecencia de Aránguiz cerró ayer la presentación del proyecto presupuestario del gabinete Maroto. Las Cuentas del "realismo", según el ejecutivo, que para la oposición también son las cifras del recorte en Cultura, cooperación al desarrollo y Bebé Laguntza. La gran excepción en estos ajustes económicos es el área de Promoción Económica, llamada a gestionar durante este año un total de 27,23 millones de euros, unos 13 más que en 2011. Sin embargo, tampoco en este punto hay acuerdo en la Casa Consistorial. PNV, PSE y Bildu coinciden al considerar que el PP simplemente ha pasado las inversiones de Urbanismo a Promoción Económica -con proyectos como el parque de Betoño (un millón este año) o el Palacio Europa (empieza con tres millones)- para, como apuntó el concejal de Bildu David Pina, "maquillar las Cuentas" y decir que se apuesta por el empleo.

La oposición cargó especialmente contra la reducción de los programas de empleo, una labor donde Aránguiz explicó que resulta clave la intención del Servicio Vasco de Empleo, Lanbide, de asumir estas competencias. El titular de Promoción Económica se reafirmó, por otro lado, en el compromiso del Ayuntamiento de buscar soluciones de pasajeros para Foronda -250.000 euros-, de recuperar la feria del vino ArdoAraba -unos 100.000 euros, aunque aún no se ha decidido su formato- o de avanzar en el semillero de empresas de Las Escuelas, en el Casco.

el papel del casco La inversión en la almendra medieval fue uno de los temas más debatidos. Aránguiz explicó que "el nuevo concepto" de gestión del Casco "no significa reducir la apuesta por él. Es más, se intensifica". El PP quiere reducir costes en la gestión de las sociedades con el paso -que no disolución- de la Arich a Ensanche 21, algo que generó dudas en el PNV. El concejal jeltzale Borja Belandia se preguntó si esta intención popular de reformular las sociedades se ha quedado simplemente en este paso.

En cuanto a las actuaciones en el barrio, la oposición se interesó por el futuro del colegio Ramón Bajo. Aránguiz explicó que, por el momento, no está descartado que la escuela pueda ocupar el palacio de Escoriaza-Esquível, pero sí que no se estudia esa opción en el grupo de trabajo que decidirá el futuro de esta instalación. El concejal se mostró especialmente interesado en avivar el debate sobre los usos de este recinto, por fin de propiedad municipal. Para abril se esperan los resultados del grupo de trabajo.

Por otro lado, Aránguiz también explicó que ve con buenos ojos la posibilidad de que el Casco Viejo cuente con su propio consejo territorial -ahora está agrupado con Coronación y el Ensanche- para así fomentar la participación. Sea como fuere, el Casco tendrá este año un presupuesto de 9 millones, y hasta 15 teniendo en cuenta futuros ejercicios. Así se reafirma la apuesta por el centro del patrimonio Zain, la creación de unas nuevas rampas -por fin están más cerca- en el cantón del Seminario o el albergue de la Cuchi. La Arich se vacía de contenido, pero no de objetivos.