vitoria. Donde el alcalde ve un ahorro faraónico, el PNV y el PSE detectan una gran mentira. Ambos grupos advirtieron ayer de que la propuesta de Javier Maroto de disolver la Agencia de Revitalización Integral de la Ciudad Histórica para que la fagocite Ensanche 21 no permitirá dejar de gastar "entre 10 y 15 millones de euros" al año. El grueso de la cantidad anunciada por el primer edil corresponde a las transferencias bancarias realizadas desde la sociedad municipal urbanística de Vitoria a la Arich para cubrir su déficit, por lo que según estos partidos una fusión no haría que todo ese dinero volviese a la hucha. Simplemente, Ensanche 21 pasaría a asumir los costes derivados de las políticas de rehabilitación de la colina.
¿Y cuál sería la consecuencia? El PNV aseguró que el planteamiento de unificación es "temeraio" porque no ofrece garantía de mantenimiento de los proyectos que han realizado ambas sociedades por separado. Según sus cálculos, Ensanche 21 consumiría en cuatro años entre 40 y 60 millones de euros de sus reservas actuales, lo que "pondría en grave riesgo el que es ahora su cometido, el desarrollo y financiación de equipamientos en los nuevos barrios", como los centros cívicos. El PSE, por su parte, teme especialmente por el futuro del plan de reactivación del Casco Viejo. Y Bildu, que no se pronunció sobre si sería o no real el ahorro derivado de la fusión, sí que se mostró preocupado por la posibilidad de la propuesta de Maroto conlleve pérdida de puestos de trabajo.
La raíz de las inquietudes de los tres grupos es la misma: la falta de información o, como ellos dicen, de rigor. "Nos parece bien que se abra un debate sobre la reestructuración de las sociedades públicas, pero no así, sin un análisis sobre los recursos, las cargas de trabajo...", denunciaron los jeltzales Gorka Urtaran y Borja Belandia. El portavoz socialista, Patxi Lazcoz, tildó la propuesta de Maroto de "brindis al sol" porque "no hay ni un documento" y, además, recordó que "el proceso de disolución de una sociedad del matadero nos llevó un año y medio de tramitaciones porque no solo hace falta acuerdo, sino trámites en el registro mercantil, en el de la propiedad...".
A día de hoy, lo único que tienen seguro los grupos es que la fusión propuesta por Maroto sólo conlleva el ahorro de los 94.000 euros de Gonzalo Arroita al dejar la gerencia de la Arich y al recorte del 50% en la nómina de Alfredo Piris "si es que lo acepta". El matiz es del PNV, que advirtió de que Maroto podría recurrir a complementos personales para que este directivo siguiera cobrando lo mismo como líder de la nueva sociedad. Por lo demás, los tres partidos de la oposición dejaron bien claro al alcalde que, mientras siga la falta de información, no apoyarán la disolución de la Arich en el próximo Consejo ni su fusión en Ensanche 21.