VITORIA. La crisis sigue haciendo mella en la sociedad vitoriana. Por eso, el Ayuntamiento ha tratado de redactar un proyecto de ordenanzas fiscales que alimente las arcas públicas sin desnutrir a los gasteiztarras de a pie. Algunos grupos políticos -el PSE y Bildu- creen que que el primer objetivo podría no cumplirse. El segundo, sin embargo, ha quedado blindado. Cada hogar pagará de media 12,50 euros más al año por los cuatro gravámenes básicos: el IBI, el impuesto de vehículos, la tasa de basuras y la del agua. Y eso sin tener en cuenta las viejas y nuevas bonificaciones de las que podrán beneficiarse las familias en paro, numerosas o con sueldos mileuristas.

La congelación de los impuestos explica la exigua subida de la presión fiscal. Por contra, es la tasa del agua la que fundamentalmente provoca ese incremento medio de 12,50 euros. El Ayuntamiento gasteiztarra lleva ya tres años cumpliendo una directiva europea que pretende reducir el consumo de este bien básico encareciendo la factura. Para 2012, último ejercicio supeditado al acuerdo con la UE, estaba previsto que el recibo engordara un 6,23%. Y así se hará. Eso significa que las familias afrontarán una subida de 2,7514 euros en el recibo trimestral sobre una cuota media de 44,165 euros. Al final del año, habrán abonado 11 euros más.

Si en la tasa del agua el impacto es llevadero, en la de residuos domésticos apenas se percibe. Las familias gasteiztarras con un piso de menos de 120 cuadrados, la gran mayoría, pagan 53,48 euros al año por el servicio de basuras. En 2012, abonarán sólo 1,53 euros más, el incremento correspondiente al IPC. Y eso, en el peor de los casos. El Ayuntamiento ha incorporado tablas de bonificaciones basadas en criterios sociales y de renta de las que podrían beneficiarse hasta el 60% de la población. Por ejemplo, en un hogar con tres moradores y unos ingresos anuales de 28.000 euros, la tasa se reduciría un 6,9%, con lo cual la presión fiscal podría ser incluso inferior a este año.

Hoy, salvo sorpresas, el Pleno aprobará de forma inicial el proyecto de ordenanzas fiscales de 2012. A continuación, se iniciará el periodo de alegaciones ciudadanas. Y en diciembre, con el turrón a punto de caramelo, llegará la aprobación definitiva del nuevo documento.