vitoria. La calle Ariznabarra vuelve a estar en obras. Pero esta vez será la definitiva. Es palabra del nuevo equipo de gobierno municipal, que ya ha puesto en marcha la segunda fase de la reforma de esta vía con el propósito de rematar el trabajo iniciado durante la pasada legislatura y cubrir los parches dejados "por culpa del mal proyecto anterior". Si la meteorología no se pone caprichosa, la transformación finalizará el 7 de enero. Regalo de año nuevo para los vecinos de la arteria por un coste total de 138.887 euros.

La segunda fase de las obras de la calle Ariznabarra contempla la renovación del firme, la actualización de sumideros sifónicos, la sustitución del mobiliario urbano y la resolución de los flecos que quedaron pendientes tras las obras del anterior equipo de gobierno. "Vamos a reformar toda la calle de una vez y dejándola lista sin parches", explican desde el gabinete de Javier Maroto. Su compromiso se extiende al entorno de la arteria, donde se ubican la casa de asociaciones y el centro cívico, que "va a quedar homogéneo y con alumbrado nuevo". En vez de farolas de fachada, habrá de pie, como las primeras que empezó a colocar el gabinete de Patxi Lazcoz pero que no llegaron a funcionar. Según recuerdan las mismas fuentes municipales, "no tenían las bombillas ni las bolas que las recubren y no se llegaron a poner en marcha porque entonces dejaban de funcionar las adosadas a las viviendas".

Precisamente el alumbrado motivó el retraso en la primera parte de los trabajos. Los vecinos solicitaron la sustitución de las farolas de fachada por las de pie, lo que demoró hasta el invierno el fin de las obras. Y, aun así, el resultado no fue precisamente el esperado, como el PP denunció en reiteradas ocasiones. Ahora, desde el gobierno, ha podido liderar la obligación asumida con los afectados.