Vitoria. Las encuestas lo confirman: en Vitoria, el camino hacia una movilidad sostenible se hace andando y en bicicleta. Son los modos de desplazamiento que más se han disparado desde la puesta en marcha en el año 2007 del Plan de Movilidad Sostenible. Y, lo que es mejor, porcentualmente han crecido de forma conjunta tanto como ha bajado el uso del coche. Las acciones emprendidas por el Ayuntamiento y la concienciación de los gasteiztarras alimentan un futuro verde esperanza. "Vamos por muy buen camino. La ciudadanía ha sabido implicarse, ha interiorizado la necesidad de modificar los hábitos. Le felicito, pero no nos vamos a conformar con estas cifras. Seguiremos trabajando", subrayó ayer la edil de Medio Ambiente, Idoia Garmendia, rodeada de pedales y vehículos eléctricos en la Virgen Blanca. Era el día de la Ciudad sin mi coche.
Eslóganes aparte, en el día a día lo que más se desgasta en Vitoria no son las ruedas de goma ni las de caucho, sino las suelas de los zapatos. De diez desplazamientos, 5,36 se realizan a pie. En números globales son 418.501, un 5% más que en 2006. No obstante, la cifra que resulta espectacular por el incremento que arrastra es la referente a la bicicleta.
Según la encuesta de movilidad, en los últimos cinco años los viajes a pedaladas se han puesto de moda: representaban el 3,4% de todos los desplazamientos diarios en la ciudad (118.160) y ahora el 7% (53.773), lo que significa que el uso se ha triplicado en números globales y porcentualmente ha crecido un 4%. Muchos y nuevos adeptos que han hecho que Gasteiz se convierta en la ciudad de España donde más se recurre al manillar. ¿Y ahora qué? "Nuestro reto es seguir aumentando el uso de la bicicleta, y garantizar la convivencia amable de sus usuarios con los peatones cuando ambos transiten por las aceras", subrayó Garmendia.
Llevadas a la práctica, sus intenciones se deberán materializar en la elaboración de una ordenanza que evite en la medida de lo posible los actuales conflictos a pie de baldosa y sobre el asfalto, la creación de más campañas de educación vial, la aplicación de más medidas para evitar los hurtos y, por encima de todo, la expansión de la nueva red de bicicarriles puesta en marcha hace dos años tras una larga era de bidegorris caducados. Los ciclistas urbanos tienen claro que la clave para disparar el uso de la bicicleta está en contar con una infraestructura que cosa toda la ciudad sin tramos inconexos. Por ahora, se han realizado más de 30 kilómetros de carriles-bici de los 86 que plantea esta gran telaraña.
Mucho más estable es la situación del transporte público. Si se analizan los números globales, que es lo que hizo ayer el Ayuntamiento, se podría hablar de una tendencia al alza muy positiva: en 2006, Tuvisa sumó 40.664 usos diarios y ahora el urbano y el tranvía registran 61.994 (35.323 el primero y 26.671 el segundo). "Es un incremento en números absolutos, de un 50% más de viajes al día", señaló la concejala de Medio Ambiente. No obstante, porcentualmente, prácticamente no ha habido incremento, ya que entonces constituían el 7,6% de los desplazamientos totales por la ciudad y, en la actualidad, el 7,9%.
Respecto al vehículo privado, Garmendia sí matizó que es importante tener en cuenta el ensanchamiento que ha experimentado Vitoria a lo largo de estos últimos años. "Hoy tenemos un tercio más de superficie de ciudad. Y si no se hubiera intervenido, contaríamos con índices de uso del coche mucho más elevados", explicó. Sobre esta base, los datos de la encuesta revelan que los desplazamientos diarios han crecido de 194.295 a 220.956, aunque respecto al resto de herramientas de movilidad la tendencia es a la baja. En 2006, suponía el 36,2% de los desplazamientos totales. Y ahora, el 28,3%, lo que implica un descenso del 5%.
Entre las herramientas disponibles para poner freno al vehículo privado destaca la implantación de las supermanzanas. La primera en ponerse en marcha será la central: una gran área delimitada por la plaza Bilbao, Francia, La Paz, Ortiz de Zárate, Florida, Luis Heintz, Ramiro de Maeztu, Domingo Beltrán, Coronación y San Ignacio en cuyo interior los peatones y las bicis serán los reyes, y donde no habrá más olor a gasolina que el procedente de los coches de los residentes, el transporte público, taxis, los vehículos de emergencias y la carga y descarga.