Vitoria. General Álava tiene pendiente un debate en firme. La céntrica calle de Vitoria, que en la actualidad acoge el paso del tranvía y cuatro líneas de autobuses urbanos, vuelve a presentar socavones en su calzada de estilo peatonal. Desde el Departamento vasco de Transportes no descartan que, a corto plazo, haya que realizar nuevos parcheos, aunque por el momento estos trabajos carecen de fecha. Pero, no obstante, precisan que tanto el Gobierno Vasco como el Ayuntamiento de Vitoria tienen pendiente una reunión para decidir el futuro de esta vía.
Hace ahora un año, por estas mismas fechas, Euskal Trenbide Sarea, entidad pública dependiente de Transportes del Gobierno Vasco, ya había confirmado que el tranvía dejaría de pasar por el centro de Vitoria para llevar a cabo una nueva reparación del firme. La calzada volvía a presentar entonces grietas e incluso socavones que obligaban a realizar un nuevo parcheo. Y, pese a la reparación durante casi un mes, la situación se repitió a finales de año por la aparición de más daños.
En la actualidad, el problema no es, ni mucho menos, tan grave como en las dos ocasiones anteriores, pero la situación del firme tampoco resulta la más adecuada. Los parches negros de estas dos intervenciones son, precisamente, los que menos grietas presentan; ahora, las cicatrices más llamativas se ven en el cruce de General Álava con Dato, a los dos lados del paso de cebra. Apenas hay socavones, aunque se aprecian ya algún hueco en los alrededores de la Catedral Nueva y en la curva cercana a la calle Fueros, donde por cierto hay baldosas elevadas como también ocurría cerca de Cadena y Eleta. Por lo demás, la mayoría de los daños son grietas, en especial cerca de las arquetas.
Desde el Gobierno Vasco no descartan que haya que realizar una nueva reparación en un futuro cercano, pero aún no se han concretado las fechas. Agosto se presenta, a priori, como el mes idóneo para llevar a cabo otra reparación, por la reducción de ritmo de la ciudad y porque los ciudadanos ya se han acostumbrado durante las fiestas a que el tranvía reduzca su paso por la zona centro hacia Angulema, pero por el momento no se han anunciado paros en el tranvía.
Fuentes del Departamento vasco de Transportes explican que, en cualquier caso, están dispuestos a realizar nuevas reparaciones a corto plazo mientras sea necesario, pero que aún está pendiente hablar con el Ayuntamiento de Vitoria para decidir qué hacer en General Álava ya de forma definitiva. El acuerdo entre ambas partes resulta vital en una infraestructura que cruza el corazón de la urbe, y ahora, tras el cambio de gobierno en el Consistorio, las conversaciones tienen que retomarse, algo en lo que ambas partes están de acuerdo.
La reflexión La posibilidad de cambiar el tráfico en Independencia, General Álava y Becerro de Bengoa fue uno de los primeros temas en abordarse en la Casa Consistorial tras el verano de 2010. El grupo municipal del PNV recordó entonces que una de las apuestas del Plan de Movilidad Sostenible era desviar los autobuses urbanos por Florida, por donde de hecho ya se reconducen temporalmente las líneas cuando se realizan obras en General Álava. Esta decisión era la original de los redactores del Plan de Movilidad, pero se demoró al impulsarse el parking de Amárica.
El entonces gabinete Lazcoz se comprometió a analizar los pros y los contras de este cambio, que en principio podía obligar a realizar obras en Florida. Así lo advirtieron desde el Comité de Empresa de Tuvisa y desde el propio PNV, que no descartaba que hubiera que ampliar el espacio para peatones en la calle, construir un carril bus e incluso suprimir plazas de aparcamiento -de aquí que Amárica también resultara clave-.
En ese debate, el Partido Popular también vio con buenos ojos la posibilidad de redirigir el tráfico de autobuses por Florida -no así EB y EA-, algo que permitiría a General Álava, calle clave en la oferta comercial de Vitoria, recuperar su carácter peatonal. No en vano, la calle ha afrontado una y otra vez obras durante la última década por su conversión en semipeatonal, la llegada del tranvía, el levantamiento del firme y, en la actualidad, su aspecto agrietado.
La próxima legislatura ya ha llegado y ahora se acerca el momento de tomar decisiones. El debate que aún no se ha resuelto es qué provoca los continuos daños en el firme, si es por su nivel de circulación, el paso del autobuses, la ejecución de la obra, el material elegido o el metro ligero. Hasta el momento, el Gobierno Vasco ha asumido el coste de las reparaciones, pero el compromiso de Lakua y Ayuntamiento de reflexionar sobre la situación de la calle parece subrayar la necesidad de tomar una decisión: General Álava puede seguir así, pero no durante mucho tiempo.