vitoria. La crisis no ha pasado de largo por Gorbea, pero en ocasiones lo parece, porque la asociación de comerciantes de esta arteria de Vitoria sigue afrontando los obstáculos en movimiento. Ayer puso punto final a su campaña ecológica en favor de la movilidad sostenible, con la entrega de cincuenta bicicletas a los clientes ganadores del sorteo celebrado dentro del programa, para poner la vista en nuevos proyectos. A lo largo de septiembre, aprovechando la vuelta al cole, habrá feria de rebajas en todos los locales inscritos en el colectivo, una segunda edición de la iniciativa Compre en pesetas y la fiesta de esta emblemática calle situada al oeste de la ciudad.
La asociación de comerciantes aún no ha definido las fechas de sus próximas iniciativas, aunque todas coinciden en un mismo objetivo: potenciar el atractivo de la calle Gorbea para atraer a vitorianos y visitantes con una oferta económica y de calidad. En ese afán, el presidente del colectivo, José Antonio Landeras, aseguró que la feria de las rebajas de septiembre ofrecerá a los potenciales clientes "artículos de primera calidad a precios de risa". Será una buena oportunidad para equipar el fondo de armario de los niños o renovar la imagen del cuarto de estar.
Quienes aún tengan pesetas y les apetezca gastarlas están igualmente de enhorabuena. Coincidiendo con el paso de la Vuelta a España por Vitoria, las tiendas de Gorbea permitirán realizar las compras tanto en la vieja moneda como en la actual. Cuando se gestó la original campaña el año pasado, los comerciantes de la calle no podían imaginar cuál iba a ser el resultado, pero se arriesgaron. Y triunfaron. "Sorprendentemente, fue un éxito porque todavía mucha gente guardaba calderilla y billetes viejos. Y los sigue guardando", aseguró Landeras, quien también anunció la intención de celebrar a mediados de septiembre la fiesta de la calle con una larga lista de actividades infantiles y para toda la familia. "Sólo pedimos que nos acompañe el tiempo", matizó. Para todo lo demás, procuran valerse por sí mismos. Y eso que no corren precisamente buenos tiempos.
En el último año, cerca de veinte locales de Gorbea han echado la persiana. Una epidemia que los afectados atribuyen sobre todo a la crisis, los cambios en la circulación de la plaza Lovaina y la falta de una apuesta decidida desde el Ayuntamiento gasteiztarra por el pequeño comercio de la capital alavesa.