Vitoria. El parque de La Florida se ha quedado sin el Cuatro Azules, pero no por mucho tiempo. El Ayuntamiento tiene la intención de ponerlo en funcionamiento "a lo largo del verano". Según explicó el concejal de Hacienda, Manu Uriarte, a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, la Secretaría Técnica está estudiando distintas fórmulas para poder reflotar "cuanto antes" el establecimiento hostelero y aprovechar el tirón del antiguo Longo, reabierto el pasado mes de mayo de la mano de nuevos gestores como Zabaltegi Florida.
Hace sólo tres semanas, el equipo de gobierno rescindió el contrato que vinculaba al Ayuntamiento con la explotación del Cuatro Azules. Fue la ejecución de un secreto a voces. El anterior gabinete de Patxi Lazcoz ya había alertado de que la empresa que llevaba este bar desde el año 1995 había cerrado las puertas sin previo aviso en el mes de marzo. Y luego se supo que los gestores debían al Consistorio más de 14.000 euros. Tampoco aquella noticia fue una sorpresa. Algo sucede con los bares de propiedad municipal que no terminan de funcionar. El antiguo Longo cerró igualmente después de que la empresa acumulara deudas con el Ayuntamiento. Y el Jardín de Falerina ha conocido en poco más de un año hasta cuatro responsables distintos.
Uno de los mecanismos de los que podría echar mano el Ayuntamiento para levantar sin demora la persiana del Cuatro Azules es precisamente el que usó con el Jardín de Falerina: la figura del gestor puente. El responsable del recinto, dueño del bar Dublín, se marchó en febrero de 2010, cinco meses antes de que finalizara el contrato, por las diferencias con la dirección de Montehermoso y el látigo de la crisis. Así que el Consistorio se vio obligado a recurrir a un empresario que se hiciera cargo del local hasta organizar un concurso que diera con el definitivo. No obstante, el proceso acabó siendo más intrincado de lo que cabía esperar.
Una vez iniciados los trámites de selección, el gestor puente dejó el bar por motivos personales. Y la otra empresa presentada al concurso también se retiró. Así que el Ayuntamiento tuvo que reiniciar el proceso y, mientras tanto, la empresa que gestiona bares como La Malquerida, el Tabanco o Cube tomó las riendas del Jardín de Falerina. Un continuo ir y venir de llaves con recurso incluido en el segundo concurso que, por fin, ha concluido. Las firmas A Fuego Negro y Etxabarri Ibiña SL, ganadoras, tienen previsto aprovechar el parón de agosto para reacondicionar el local y levantar la persiana en septiembre con un cambio de imagen radical, basado en una potente oferta de conciertos y una carta gastronómica de calidad.
Por fin, las aguas del Jardín de Falerina, el Zabaltegi Florida y el Cuatro Azules parecen reconducirse. No obstante, el gabinete de Javier Maroto tiene claro que hay que poner más orden en el cajón de los bares de propiedad municipal. El edil de Promoción Económica, Fernando Aránguiz, ya desveló antes de las elecciones su intención de regular de forma más estricta este tipo de concesiones en las que se cede suelo a una empresa para que construya y explote un negocio. Y en ésas están, mediante la asunción por parte de un solo departamento de la elaboración de los pliegos de condiciones y un seguimiento exhaustivo que impida que las firmas abandonen el barco de la noche a la mañana adeudando al Ayuntamiento. Un trabajo puesto ya en marcha que, además, deberá definir el futuro de El Mineral, el establecimiento bioclimático anexo a Mendizorroza que lleva años abandonado. En la pasada legislatura, el PP apostó por un uso cultural.