Que quieres caldereta de carne, 800 raciones. Que quieres folklore vasco, trikitixas a primera hora de la mañana. Que se te suben los volantes a la cabeza, actuación de sevillanas. Lakua-Arriaga, Judimendi, San Martín y Ariznabarra están de fiesta este fin de semana. Y se nota. Las asociaciones de los barrios y las comisiones de festejos han logrado encarar la crisis y hacer más con menos -la máxima del nuevo alcalde, por cierto- para que los vecinos disfruten de carteles donde no falta ni la música, ni los bailes, ni la gastronomía, ni los juegos infantiles.

DNA se ha dado una vuelta por dos de estos barrios para comprobar cómo da de sí el trabajo de los organizadores. En Lakua-Arriaga, ambientazo desde la mañana. Los niños llenaron los hinchables y los mayores vaciaron el enorme puchero de guisado de la carnicería Amado preparado por los excelentes cocineros de Boilur. Por la tarde, varias decenas de vecinos participaron en el campeonato de la rana y unos cuantos más optaron por los bailables de la orquesta Koskor. La fiesta de la espuma fue el colofón perfecto para una cálida noche.

Judimendi amaneció más tarde. Por la mañana sólo estaba Gargantua, aunque unos cuantos niños dieron buena cuenta de su trasero. Eso sí, de cara a la noche, fueron muchos los vitorianos que se acercaron hasta el barrio para disfrutar del ambiente callejero. Los bares hicieron una buena caja y la verbena de Sefarad puso en danza decenas de zapatillas. Hoy, más.