Vitoria. Dejar aparcado el coche en lugar de criticar los problemas para hacerlo. Ése es el mensaje que la asociación de vecinos Batán-Mendizorrotza lanza a quienes critican el carril-bici creado cerca de la Fundación Estadio y Mendizorroza y que ha eliminado varias decenas de plazas de aparcamiento. El colectivo considera que este debate es un ejemplo de la difícil convivencia entre peatones, ciclistas y usuarios del coche pero insiste en que aquel que debe "cambiar el chip" es quien, hasta ahora, utilizaba el vehículo privado para llegar hasta la puerta de las instalaciones deportivas. Eso sí, también piden más medidas de seguridad para que los bicicleteros utilicen más el bidegorri y menos la acera.

El bidegorri R3, La Senda-Armentia, continúa generando debate. El Ayuntamiento de Vitoria impulsó el año pasado este bidegorri -con financiación del Plan E-, que enlaza el centro de la ciudad con Armentia y la salida hacia los Montes de Vitoria. Esta apuesta por el transporte sostenible obligó a eliminar varias decenas de plazas de aparcamiento en el paseo de Cervantes y la avenida de San Prudencio, algo que no pasó desapercibido para los usuarios de las instalaciones deportivas de la zona. Ya en noviembre de 2010, el buzón ciudadano registró un intenso debate en torno a esta materia. Criticaban las dificultades para aparcar en una zona con una complicada circulación y, por tanto, la creación del bidegorri junto a una carretera estrecha y al lado de una zona peatonal de gran anchura. Es decir, las quejas no eran tanto contra el carril-bici en general como contra esta ubicación en particular.

Desde la Fundación Estadio, como ya adelantó este rotativo, incluso se pidió al Consistorio que diera marcha atrás. Pero fuentes municipales descartaron esa posibilidad y recordaron la cercanía de otros aparcamientos, caso del parking en superficie de Mendizorroza. La asociación Bizikleteroak fue más allá y advirtió a los usuarios del coche de que debían comenzar a habituarse a ceder terreno frente a la bici. La apuesta por las dos ruedas obliga a cambiar de hábitos y, por ello, auguraron que este tipo de debates se repetirán a medida que avance la apuesta por la bicicleta como medio habitual de transporte.

"hay sitio para aparcar" Los vecinos de Batán-Mendizorrotza, por su parte, tienen clara su opinión. Desde la asociación insisten en que aquello de aparcar frente a la puerta se acabó: "Los parkings de Mendizorroza y Mendizabala están muy cerca de los recintos deportivos. Hay sitio para aparcar suficiente y basta con andar unos minutos", explica uno de sus portavoces. Otra cuestión es si estos parkings en superficie gratuitos darán abasto, sobre todo durante las horas punta de este próximo verano. Hoy, por ejemplo, puede ser una de sus primeras pruebas de fuego.

Desde la asociación vecinal creen, además, que el tráfico de viandantes que habitualmente registra este acceso a Armentia es una razón más para reservar el paseo central para los peatones, puesto que aún hay muchos usuarios de la bici que se resisten a utilizar el bici-carril cuando discurre en paralelo a los coches sobre la calzada. "Quizá habría que separar mejor el bidegorri de la carretera, para dar una mayor sensación de protección. Con bolardos, un bordillo o una zona elevada", apuestan.

La asociación cree que así se evitarían no sólo los encontronazos entre bicicleteros y conductores, sino también entre los propios ciclistas y los peatones, algo que continúa generando debate en la ciudad a medida que aumentan el uso de la bici y las zonas peatonales. Aún no está claro cuál es el hábitat natural para la bicicleta. Aunque desde Batán-Mendizorrotza animan a sus usuarios a acudir al barrio. Pero por su carril.