vitoria. El Ayuntamiento de Vitoria continúa empeñado en hincarle el diente a la movilidad sostenible. Por eso, acaba de firmar un nuevo acuerdo con la Agencia de Ecología Urbana de Barcelona, responsable de la revolución medioambiental de Gasteiz, para iniciar un estudio que convierta los barrios que laten entorno al centro de la ciudad dentro de la antigua circunvalación en 39 supermanzanas; esto es, zonas delimitadas por vías básicas en cuyo interior los peatones y las bicis son los reyes, y donde no hay más olor a gasolina que el procedente de los coches de los propios residentes, los taxis, los vehículos de emergencias, los servicios municipales y la carga y descarga.
Pasará un largo tiempo, no obstante, hasta que los diseños para los viejos barrios salten del papel a la calle. Pero ese día llegará, como muy pronto sucederá con la primera supermanzana definida, la central. "El estudio ha finalizado, así que no hay que perder tiempo y trabajar lo más rápido posible para llevarlo a la práctica", explicó a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA el líder de la Agencia de Ecología Urbana de Barcelona, Salvador Rueda, quien está convencido de que Vitoria se estrenará en su reinado como European Green Capital 2012 con un Ensanche marcado por la mordedura del urbanismo sostenible más ambicioso.
Esta supermanzana estará delimitada por la plaza Bilbao, Francia, La Paz, Ortiz de Zárate, Florida, Luis Heintz, Ramiro de Maeztu, Domingo Beltrán, Coronación y San Ignacio. En estas arterias, llamadas vías básicas, los vehículos circularán a 50 kilómetros por hora. Y lo harán con fluidez gracias a una regulación semafórica que priorizará su verde. En el interior, sin embargo, la velocidad será de 20. De esta forma, se conformará una gran isla eminentemente peatonal de 86 hectáreas y más de 21.000 habitantes que, además, incluirá un centro logístico de distribución urbana (CDU), encargado de gestionar el reparto de mercancías con vehículos eléctricos para mitigar los problemas que ocasiona actualmente la carga y descarga.
Son importantes novedades, aunque también es cierto que no se notará en exceso el antes y después. El Ensanche, con sus grandes aceras, los sentidos de sus calles, las vías destinadas a vecinos y transporte público y las cámaras, ya es un laberinto rodado en el que pocos conductores se animan a entrar. Mucho más llamativa será la transformación de los viejos barrios. La habilitación de las supermanzanas obligará a pavimentar calles a un mismo nivel, instalar nuevo mobiliario urbano, plantar árboles, modificar los sistemas de circulación para quitarles las ganas a aquellos conductores que quisieran utilizar las calles interiores como atajo, colocar bolardos y sistemas de control de acceso si con la medida anterior no fuera suficiente y aplicar horarios especiales para el servicio de carga y descarga.
tres anillos A la espera del estudio de esas 39 supermanzanas, el Plan de Movilidad Sostenible ya da pistas sobre cuáles serán las carreteras por las que podrán circular los vehículos privados sin ningún inconveniente a 50 kilómetros por hora. La idea es canalizar la mayor parte del tráfico por algo más de 150 calles de las cerca de 700 que serpentean la ciudad; una red de vías básicas que contendrá tres anillos de circulación. El amarillo, formado por las calles que rodean el Ensanche y Casco Viejo, marcará la circulación en la dirección de las agujas del reloj. El naranja pasará por Reyes Católicos, Simón de Anda, Basoa, la Avenida, portal de Castilla, Ramón y Cajal, Manuel Iradier, Pío XII y Los Herrán en sentido antihorario. Y el rosa, el exterior, mantendrá la doble dirección a lo largo de calles como Juan de Garay, bulevar de Euskal Herria, avenida del Mediterráneo, avenida Zabalgana, Martín Fiz, México, Pedro Asúa y la Zumaquera.