vitoria. Algo huele mal en el Casco Viejo de Vitoria. Ni la campaña informativa iniciada en diciembre ni las pegatinas identificativas han acabado con las bolsas de basura a los pies de los buzones de recogida neumática. Los comportamientos incívicos persisten para desgracia de los vecinos y comerciantes que sí cumplen con sus obligaciones, disgusto de los paseantes y sorpresa de los turistas. Y, aun así, el equipo de gobierno socialista ha decidido dar una nueva oportunidad a los pasotas echando mano de la pedagogía. Los agentes que ahora patrullan por la colina "corregirán" las conductas reprobables "cuando las vean", mientras inspectores del Departamento de Medio Ambiente analizan "en profundidad" las zonas más conflictivas.
La vigilancia aumenta, pero no es precisamente lo que demandan los ciudadanos del Casco. En los últimos consejos territoriales, las asociaciones vecinales habían exigido al gabinete de Patxi Lazcoz que recurriera a las sanciones, convencidas de que es la mejor forma de acabar con las montañas de basura desparramadas junto a los contenedores. De hecho, el propio concejal de Limpieza, José Manuel Bully, aseguró el año pasado que, una vez finalizada la campaña informativa orientada a atajar cualquier tipo de duda para acabar con las evasivas de los incívicos, se multaría a aquellas personas que hicieran un uso incorrecto de los buzones e incluso se reducirían los repasos que realizan los operarios de FCC.
Sin embargo, ayer durante la Comisión de Medio Ambiente, Bully no hizo alusión a ninguna de estas dos posibilidades. Y eso que él mismo sostuvo que si hay basura a los pies de los buzones no es porque éstos fallen, sino por la forma de proceder de quienes los usan. "La campaña informativa ha llegado al 100% de los comercios y al 90% de los vecinos, y queda claro que hay dos tipos de usuarios: los concienciados y los incívicos", subrayó el concejal, quien además informó de que no sólo se van a mantener los cuatro repasos al día -el doble que en cualquier otra zona de la ciudad-, sino que podrían aumentarse en las calles donde puedan registrarse "más incidencias".
"La suciedad no es uniforme", dijo el edil. Mientras que en Herrería, Diputación, Portal de Arriaga y la calle Francia se hace un uso "perfecto" de los buzones, en el corazón de la colina, especialmente en la ladera este, la situación deja mucho que desear. No obstante, el grupo municipal de EA, que fue quien puso este tema sobre la mesa ayer, se preguntó si el modelo de buzón tiene algo que ver con los comportamientos incívicos. Así lo creen muchos vecinos del barrio, quienes se quejan de que la boca está muy alta y es pequeña, y de que la puerta, al no sujetarse por sí sola al abrirse, obliga a utilizar los dos brazos. Bully reconoció que otro diseño podría "minorizar el problema", pero no solucionarlo. Además, advirtió de que cambiar los 180 contenedores obligaría a desembolsar 400.000 euros, "y aunque no lo descartamos en el futuro, ahora mismo es mucho dinero y no se puede hacer". EA le recordó que para el BAIC, un proyecto que ha perdido la mayoría política, sí hay euros.