vitoria. "No tenemos que pedir disculpas". La concejala popular Idoia Garmendia descartó ayer con esta claridad la posibilidad de que el PP entonara ayer algún tipo de mea culpa tras la nueva sentencia relacionada con el caso de las marquesinas. La edil afirmó, en cambio, que el partido se "alegra profundamente" de que esta polémica finalmente no vaya a suponer un impacto económico para las arcas municipales.
La representante del PP compareció ayer en rueda de prensa en la Casa Consistorial. Apenas cinco minutos antes, el teniente de alcalde, el socialista Juan Carlos Alonso, había anunciado la sentencia que daba razón al gabinete y que supondrá que la ciudad no tendrá que pagar ni un euro por el caso de las marquesinas. El número dos del ejecutivo local interpretó esta decisión como "un varapalo" al PP, que en su día llegó a presentar una querella contra el alcalde, Patxi Lazcoz, por esta controversia. Alonso lanzó numerosos dardos contra el PP y su diana era siempre la misma: criticar su actitud, el "daño" realizado al primer edil y al "buen nombre de la institución" y exigir al Partido Popular que se disculpara.
La respuesta del PP no se hizo esperar. Garmendia, en una breve comparecencia, insistió en que "no vamos a pedir disculpas" por su actuación y se centró en recordar que "una sentencia" ya determinó que la actuación del alcalde "no fue delictiva pero sí ilegal. Una cuestión que está fuera de toda discusión". Por ello, Garmendia argumentó que "no podemos entender que el Partido Socialista saque pecho ahora en este asunto". Es más, la concejala consideró que, con esta reacción, el PSE demuestra que "esta ciudad tiene un problema con este alcalde".