Vitoria. Una huelga, nueve días de protestas y dos balances finales complemente opuestos. El comité de trabajadores volvió a valorar ayer, una vez concluidas las jornadas de movilizaciones, que la respuesta de los trabajadores ha superado sus mejores expectativas. Mientras, el gabinete Lazcoz restó importancia al seguimiento a esta huelga de ocio y cultura: aseguró que ha sido "prácticamente nulo". Pese a todo, el ejecutivo afirmó que la huelga, al suponer la suspensión de tres espectáculos, ha costado a las arcas municipales 55.000 euros.
El Ayuntamiento atribuyó este coste a la suspensión de tres obras teatrales. Si la semana pasada hablaba de un montante de casi 40.000 euros, ayer precisó que finalmente serán 55.000. "Éste es el coste de los dos espectáculos del Teatro Principal -el concierto de la orquesta de cámara de Munich y el espectáculo de danza Didas y Eneas- y uno en el centro cívico Hegoalde -el concierto de flamenco de Cancanilla de Málaga- ", precisaron ayer fuentes municipales. El Consistorio ya señaló que, a partir de hoy, se procedería a devolver el importe de las entradas.
Además, el teniente de alcalde, Juan Carlos Alonso, valoró que la huelga no ha contado con el apoyo ni de los ciudadanos ni de los propios funcionarios. Los primeros, porque "no entienden en un momento de crisis una huelga de la Función Pública", y los segundos, porque "el seguimiento ha sido prácticamente nulo". El representante del ejecutivo apuntó que "la administración no ha seguido las indicaciones del comité, como revelan los datos", para ahondar así en su valoración de que estas últimas nueve jornadas de movilizaciones se han convertido en la huelga "del comité de empresa". El equipo de gobierno actualizó también el nivel de seguimiento de la huelga, que se movió entre 0 -el lunes de hace una semana- y 29 trabajadores -este pasado sábado-. El mayor seguimiento, según este balance, tuvo lugar en el apartado de los centros cívicos, que fueron los servicios en los que se centró la protesta durante los dos últimos fines de semana: lo habitual fue que prácticamente una veintena de empleados secundara esta protesta, lo que se tradujo tanto en el inicio como en el final de la huelga en más de una decena de edificios de la red pública cerrados.
El gabinete Lazcoz volvió a asegurar que sigue con "una mano tendida" para lograr el acuerdo en los funcionarios. Eso sí, no varía su postura. El equipo de gobierno insiste en que ha cumplido con la ley y con su compromiso personal al aplicar las medidas exigidas desde Madrid y al devolver en febrero a los trabajadores el ahorro acumulado en los complementos por baja, tras haber logrado reducir la tasa de absentismo. Así, volvió a ofrecer a la plantilla municipal la posibilidad de que vote en referendum que las medidas contra el déficit afecten únicamente a las nóminas y no a los complementos por baja: "Si celebran un referendum y comparten la postura del comité, el Ayuntamiento está dispuesto a aceptar el resultado, para que todo el impacto de la crisis afecte a los salarios en lugar de en las bajas".