La participación de nuestros políticos en Internet ya no es una novedad. Muchos de ellos se apuntaron un día a Twitter o colgaron su perfil en Facebook. Y ya no se entienden las campañas electorales sin las tres uve dobles. La relación 2.0 con los ciudadanos se ha convertido en ley de vida, una nueva herramienta para interactuar y ganar adeptos sin el filtro de los medios de comunicación tradicionales. En el debate que esta semana celebraron los candidatos a la Alcaldía sobre las redes sociales, quedó claro que todos conocen las bondades de la navegación virtual. Pero por edad, agendas apretadas o falta de entusiasmo natural, los hay aún muy verdes con el timón.

El alcalde, Patxi Lazcoz, se sumó a la revolución por sus dos hijos mayores, con quienes mantiene una relación "más digital que real". Pero no es de los que se han dado a conocer por sus twitts o su muro. Tal vez por eso, cuando le tocó intervenir en el debate, hubo cero alusiones a experiencias personales. Prefirió hablar de la reconversión del 010 en el buzón ciudadano de la web municipal, un recurso creado por su equipo de gobierno que permite a los ciudadanos transmitir quejas o sugerencias sobre cualquier tema a la vista de todo el mundo. "Así, se puede influir en la toma de decisiones políticas sin necesidad de pertenecer a una asociación". Y, de paso, esa estrategia de transparencia permite ganar puntos.

Claro que Lazcoz también ha experimentado la cara amarga del 2.0. El grupo municipal del PP ha aprovechado el poder del boca a boca de las nuevas tecnologías para desacreditar al que es su principal adversario. Es suyo el vídeo de You Tube en el que se ve a Coco volando por Vitoria y dándose un morrazo contra la cubierta arquitectónica proyectada por el gabinete Lazcoz; una creación audiovisual con 30.000 visitas que puso a la ciudadanía en pie de guerra y obligó a parar la iniciativa. "Llegamos así a muchos jóvenes que, de otra forma, no habrían conocido nuestra postura", presume el portavoz popular, Javier Maroto, quien no se olvidó de mencionar su Vitoria en el corazón, la web con la que la formación ha recogido las demandas de los gasteiztarras de todos los barrios de la ciudad y las ha incorporado a su programa electoral.

Maroto también tiene perfil porque está convencido de que "las redes sociales nos permiten ser más personas", aunque no le da tanto a la tecla como Antxon Belakortu. Todos los días, el portavoz de EA escribe sus andanzas y responde a los twitts de sus seguidores, aunque confiesa que desde que se hizo la cuenta allá por el año 2007 tardó en adaptarse. Ahora, sin embargo, ya no hay marcha atrás. Y así lo manifiesta también la nueva web de su grupo, accesible, participativa y con muchos contenidos.

"Yo me reconozco un pipiolo, pero la política 2.0 ya no es una opción, sino una obligación", subraya José Navas (EB), que por fin en 2011 ha cumplido con su propósito de todos los inicios de año de acercarse al ciudadano a través de Internet. "En la Red no hay intermediarios. No hay filtros. La comunicación es horizontal. Y voy a participar con mi nombre y apellido, sin asesores, de tú a tú", asegura. También Gorka Urtaran (PNV) se ha propuesto hacer un hueco en su agenda para twittear, sobre todo ahora que tiene IPhone. "Reivindico una nueva forma de hacer política, y ahí juegan un papel fundamental las redes sociales. Los políticos no podemos perder ni un canal para acercarnos a la ciudadanía y que éstos participen en la toma de decisiones". Su comentario ha sido enviado.