vitoria. Los afinadores de Yasuhisa Toyota ya han alcanzado el sonido sobresaliente en la maqueta de la sala sinfónica del BAI, ubicada en una sala del Europa. Sin embargo, los ciudadanos aún deberán esperar para adentrarse en la réplica, construida a escala 1.10. Según explicaron fuentes del gabinete Lazcoz, el espacio en el que ahora se encuentra es demasiado pequeño como para organizar una campaña de visitas, por lo que la idea es trasladarla a la plaza de Euskaltzaindia una vez iniciadas las obras del centro internacional. Eso sí, todavía no se ha decidido la fecha concreta de la apertura, aunque lo más seguro es que se hará coincidir con el plan de promoción que se quiere poner en marcha.

Lo que ya se ha descartado es llevar la maqueta por distintos espacios de la ciudad para facilitar las visitas. La razón es económica. El contrato con la empresa que fabricó la réplica de la sala sinfónica establece un primer traslado gratuito, pero los siguientes habría que pagarlos. Un gasto poco razonable en plena crisis, que ha llevado al Ayuntamiento a decidirse por una única mudanza a la plaza de Euskaltzaindia y a abrirla "en el momento oportuno".

Si la réplica a escala humana del auditorio se convirtió ayer en actualidad, tras tantos meses sin saber nada de ella, fue por el PP. El portavoz popular, Javier Maroto, denunció que ésta lleva "escondida en el Palacio Europa desde hace más de cuatro meses" habiendo gastado el gabinete Lazcoz "un millón de euros en un contrato de excelencia acústica y 159.000 euros en la maqueta". Fue su forma de insinuar que algo raro pasa a costa de la seña de identidad del BAI, si bien es cierto que uno de sus concejales, Fernando Aránguiz, sí ha tenido la oportunidad de visitar la maqueta. Las elecciones municipales se acercan.