Vitoria. Salburua y Zabalgana tendrán algún día centro cívico. Lo que aún no está claro es cuándo. El alcalde, Patxi Lazcoz, insiste en que los dos equipamientos estarán listos para 2013. Pero el Presupuesto que se activará con el nuevo año contradice sus palabras. En el documento, el equipo de gobierno se compromete a habilitar partidas para la materialización de ambos proyectos de aquí a 2014. Y con esa hoja de ruta financiera los vecinos temen que las inauguraciones se atrasen hasta 2015.
Los grupos de la oposición que no han participado en la elaboración del Presupuesto (todos, salvo el PNV) están convencidos de que la discordancia reflejada en las Cuentas es el precio que la ciudad ha tenido que pagar por no haber abonado en su momento al Gobierno Vasco los ocho millones de euros que costó la primera fase del tranvía; dinero que quedó comprometido por el anterior gabinete de Alfonso Alonso pero que el de Lazcoz gastó, según dijo, en acciones de apoyo a pequeñas empresas. Además, el PP también atribuye la posible demora al hecho de que se hayan sacado 50 millones de Ensanche 21, la sociedad municipal que gestiona las obras de equipamientos en los barrios -entre ellos, en los nuevos- para financiar el centro internacional de congresos que los socialistas empezarán a levantar en 2011.
Son argumentos que alimentan la preocupación, pero ante los que el alcalde invita a hacer oídos sordos. En la presentación pública del Presupuesto de hace una semana, Lazcoz no sólo dio por descontado que los nuevos centros cívicos estarán para 2013 "si no ocurre nada excepcional", sino que también reiteró que la financiación para que así sea está garantizada al cien por cien. "Si no, el Interventor no nos habría dejado aprobar ningún proyecto", explicó. Además, recordó que las cuantías destinadas a a ambos equipamientos han ido creciendo conforme evolucionaban los bocetos. El de Salburua, que el año pasado estaba presupuestado en 11 millones de euros, ahora cuesta 13,45. Y el de Zabalgana ha pasado de 12,5 millones a 16,99.
Las cifras las dio el alcalde, y efectivamente coinciden con las que contempla el nuevo Presupuesto. El mismo que reparte esas cantidades a lo largo de cuatro años, retrasando las inauguraciones de los centros cívicos hasta 2015. La misma fecha que Lazcoz niega. "Ya no nos creemos nada. Demasiadas contracciones", critica el portavoz de la asociación de vecinos Salburua Bizirik, Iñigo Lemos, quien recuerda que éste no sería el primer retraso que sufriría el equipamiento de su barrio. "Primero nos dijeron que iba a estar para 2011. Ahora dicen que para 2013. Las Cuentas, que en 2015... El concejal de Urbanismo aseguró que no iba a volver a repetirse el caso Ibaiondo, que sufrió una demora de cinco años, pero tiene la misma pinta", alerta.
Si una espera mayor se tradujera en un mejor proyecto, Lemos estaría dispuesto a tener paciencia. Pero, según dice, éste no es el caso. "El centro cívico ha ido a peor a lo largo del tiempo. Ya no va a tener frontones, porque están los de Los Astrónomos. Por cierto, otro estreno que sigue retrasándose", critica. Además, al portavoz vecinal le hierve la sangre cuando recuerda que la mayoría de aportaciones realizadas desde la asociación para enriquecer la infraestructura fueron rechazadas "porque, según decían, eran inviables económicamente". "Lo que sucede en realidad es que se está sacando el dinero de Ensanche 21 para financiar proyectos faraónicos que, en realidad, correspondían a equipamientos en barrios que benefician a toda la ciudad y no a unos pocos", sostiene.
Lemos está convencido de que, con una estrategia que "no primara los caprichos del alcalde", el centro cívico "se habría estrenado a tiempo" y podría haber albergado una piscina con seis calles para acoger campeonatos de waterpolo y un gran boulder que fuera un referente en todo Euskadi "y no lo que va a haber al final". En Zabalgana, no se huele tanto el enfado, pero el recelo por la contradicción alcalde-Presupuesto es clónico. "Empezaremos a creer cuando esté puesta la primera piedra, y empecemos a contar los 20 meses que duran las obras", subrayó el portavoz de la asociación Pasabidea, Mario Calvo. No obstante, si tuviera que quedarse con una fecha, tiene claro por cuál se decantaría. "Si hay partidas comprometidas hasta 2014 en el Presupuesto... Está todo dicho".
Las posiciones políticas dentro de la Corporación, en plena precampaña electoral, no hacen sino acrecentar aún más las dudas de los vecinos. La construcción de los centros cívicos depende de deuda y de venta de suelo. Así que, según el PP y EA, si ya ha habido retrasos podría ser que las obras aún se alarguen más tiempo en beneficio de otros proyectos.