Vitoria. Alta Velocidad Vitoria-Gasteizko Abiadura Handia llegó ayer a Vitoria. La sociedad encargada de impulsar el soterramiento de las vías del tren acabó su larga trayectoria de más de una década de debates políticos enconados y promesas que no se concretaban. Pero el viaje ha llegado a su fin. Sus pasajeros, el Ministerio de Fomento, el Gobierno Vasco, la Diputación alavesa y el Ayuntamiento de Vitoria, escenificaron ayer esa llegada a buen puerto con la firma con la que se crea esta nueva entidad, que se encargará del proyecto ferroviario y de la transformación urbana de Gasteiz.

El paso clave, en realidad, ya se dio el pasado 5 de marzo en Artium, cuando las instituciones firmaron el protocolo de financiación de esta operación de 476 millones. El reparto se fijó como sigue: Fomento, a través de Adif, aporta 142 millones; el Gobierno Vasco destina otros 117; la Diputación 50 y el Ayuntamiento 67. Los 100 restantes, mientras, se esperan obtener de los suelos liberados del uso ferroviario. El alcalde, Patxi Lazcoz, precisamente subrayó este aspecto clave de la millonaria operación. El balance total del soterramiento, de hecho, asciende ya a 511 millones, tras incorporarse 35 por obras de urbanización.

Por el momento, no obstante, la sociedad se crea con un capital social de 600.000 euros. Este organismo es clave; se encargará de promover la operación urbanística de la capital alavesa, realizar los estudios necesarios para estas obras y las vinculadas a infraestructuras de transporte, así como de ejecutar los trabajos que le encomienden los socios. Alta Velocidad Vitoria, por tanto, se convierte en el punto de encuentro institucional, que congeniará los diferentes trabajos de cada ente, ya que Fomento se responsabiliza de la llegada de la Alta Velocidad, Adif explotará la nueva estación ferroviaria y las instituciones vascas, finalmente, se centrarán en los aspectos urbanísticos.

La firma de la sociedad, que ayer se escenificó en Lehendakaritza, fue un acto protocolario que, en cualquier caso, ha tardado en gestarse. Cuando se firmó la financiación, hace ya nueve meses, se esperaba que la sociedad fuera el primer retoño de este proyecto en ver la luz. La tardanza del Gobierno Vasco en realizar los trámites necesarios y los problemas de agenda demoraron el acto. El evento, para rizar el rizo, arrancó con veinte minutos de retraso. Fue en el momento en que comparecieron en público el lehendakari, Patxi López; el ministro de Fomento, José Blanco; el diputado general de Álava, Xabier Agirre; y el alcalde de Vitoria, Patxi Lazcoz. Todos coincidieron en destacar la jornada como un día histórico, que abre una nueva etapa para la ciudad. López lo consideró "un logro enorme", Blanco insistió en que ahora "no es momento de perder trenes", Agirre consideró que curar la cicatriz de las vías permitirá crear "una nueva ciudad" y Lazcoz, finalmente, adelantó los retos que plantea "esta oportunidad". El primer edil aseguró que el espacio que liberará la operación se aprovechará para solventar las carencias del Ensanche, para mejorar el entorno de las casas que dan a las vías, integrar mejor al campus de la UPV en la ciudad y solventar la conexión con el sur. Y, por tanto, no sólo serán casas sino también, como explicó ayer el Ministerio de Fomento a través de un comunicado, un espacio para los ciudadanos, para zonas verdes y un nuevo "eje de comunicación".

Esas referencias a la transformación que afronta la ciudad estuvieron más presentes esta vez, a diferencia del acto de marzo en Artium, que la Alta Velocidad. No obstante, modernización, sostenibilidad, cercanía con el entorno y con el resto del Estado fueron los conceptos más presentes en estos discursos, con los que se dio la bienvenida a un nuevo vecino de la ciudad. La sociedad del soterramiento tiene en sus manos el mayor cambio de la historia de la capital alavesa. Y Vitoria por fin empieza a creérselo.