vitoria. Las saunas municipales se han evaporado. Ahora, para sudar, hay que acudir al Kirol Klub, el programa de gestión privada creado por el gabinete de Patxi Lazcoz para eliminar de los centros cívicos aquellos servicios que no consideraba básicos y concentrarlos en las instalaciones de Mendizorroza y Gamarra con una oferta de más calidad, pero también con unas tarifas más altas.

En el caso de los baños de calor, el traslado del servicio obliga a los ciudadanos a pagar cuatro veces más que antes por el mismo disfrute. Una situación que ha caldeado los ánimos de los usuarios habituales, quienes consideran "inadmisible" que una iniciativa contratada por el Ayuntamiento y desarrollada en espacios costeados por todos los contribuyentes contemple "los mismos precios que cualquier gimnasio de Vitoria".

Un abono por diez sesiones de sauna ascendía a 30 euros. Ahora, con Kirol Klub, hay que pagar 130. "Lo mismo que me costaría en los gimnasios de moda de la ciudad, pero con la diferencia de que ellos no los han abierto con mi dinero", critica en el buzón ciudadano Anabel, a quien no le convencen las bondades del spa hidroterapia de Kirol Klub. Ella prefiere sudar sin lujos, como Oihane. "Vale que ahora nos ofrecen sauna, baños de vapor, fuente de hielo, diferentes tipos de duchas... Pero muchos ciudadanos no necesitamos todo esto, más aún teniendo en cuenta la crisis y los sueldos mileuristas", subraya esta joven a la salida de Mendizorroza. Del mismo modo opina Antonio, quien sostiene, tras haber visitado las nuevas y vanguardistas instalaciones, que "ni siquiera se merecen unos precios tan elevados".

baños de calor para todos Además, todos los usuarios consultados consideran que el gabinete Lazcoz ha incumplido su propia filosofía al trasladar las saunas a Kirol Klub. "La concejala de Deportes dijo que en este programa se iban a meter aquellas especialidades que no se consideran para todos, como la musculación, pero la sauna, menos para niños, es para todos. Y conlleva muchísimos beneficios", sostiene Julián, un veterano gasteiztarra que descubrió los baños de vapor tras la jubilación.

Su mujer asiente, para a continuación enumerar la lista de virtudes sin perder aliento. "Elimina toxinas, el alcohol y la nicotina, aumenta las defensas, abre los poros, combate el colesterol, aumenta las defensas, lucha contra los virus, ayuda a combatir el insomnio y el estrés, mejora la respiración y la artritis, ayuda al corazón a bombear con más fuerza...", sostiene. "¿Y tenemos que pagar como si esto fuera un simple capricho?", sentencia el marido.

Los grupos municipales del PP, EB y EA ya alertaron en marzo, cuando el equipo de gobierno puso sobre la mesa su Kirol Klub, que el contrato no sólo iba a abrir las puertas al control privado de la musculación o fitness, que durante años se había ofrecido en las salas municipales de Mendizorroza, Ariznabarra y Abetxuko. "También del ciclismo indoor, el circuit training, las piscinas, los frontones, las canchas de voley-playa, las pistas de tenis y de pádel...", advirtió entonces el concejal popular Alfredo Iturricha.

Así que la inclusión de las saunas en la gestión privada no supone, en realidad, ninguna sorpresa. "Pero, ¿quién se lee la letra pequeña? Yo pensaba que era sólo lo de las máquinas", apunta Marga, tras pasar por el spa. Ella, al final, ha caído. "Es la rutina y me pillaba cerca de casa, pero hay un montón de gente con la que ya no coincido", sostiene la joven. Ahorrar o sudar, ésa es la cuestión.