Vitoria. La vaquería de Aretxabaleta volvió ayer a amanecer rodeada de media docena de coches policiales, justo cuando se cumplían 32 días del primer desahucio fallido por el levantamiento que el sector primario hizo en la misma. Hoy las grúas han iniciado el desmantelamiento de la vaquería de Aretxabaleta ante la presencia de la Policía Local y la Ertzaintza.

8.00 horas

Amargo despertar

La pesadilla de los López de Suso se volvió ayer a hacer realidad en forma de cordón policial. Cuando los hermanos Gerardo y Román se despertaron a las 8.00 horas, una orden judicial en su puerta les anunciaba que hoy, a primera hora, se hacía efectivo el desalojo forzoso de una finca anexa que guarda forrajes y maquinaria de su vaquería de Aretxabaleta. Una granja que en el plazo de 18 meses trasladará su actividad ganadera a Gardelegi, al estar ubicada en el sector 19, donde se pretenden construir 144 pisos de VPO.

Con el fin de evitar el levantamiento popular que empezó el pasado 7 de octubre, día en el que se hacía efectivo el primer desahucio, cinco coches de la Policía Municipal se aseguraban de que los ganaderos no entrasen en la propiedad con sus tractores. "¿Tenéis una orden de que no podemos entrar aquí?", pregunta media docena de ganaderos.

9.00 horas

Apoyo vecinal

Ante la negativa, los compañeros reunidos exigen a gritos la salida al balcón de alguno de los López de Suso. "Estamos secuestrados, aunque el domicilio esté fuera de actuación policial", señala Gerardo, uno de los socios de la granja. Uno de los ganaderos que muestra su apoyo a los López de Suso es Ignacio Cuesta, quien se encuentra con todo el dispositivo policial por casualidad. "La frase favorita de Urbanismo es ¿sí o sí?". Junto a él, indignado, José Antonio Ocasar, presidente de la agrupación vecinal El Tejo de Aretxabaleta. "Esto es un abuso. Así es cómo actúa el Ayuntamiento, en vez de sentarse a negociar. A la hora de la verdad, toman por la fuerza", explica.

10.00 horas

Dar de comer a las vacas

En torno a las 10.00 horas, Lourdes López de Suso, hermana de los socios de la granja de Aretxabaleta, intenta entrar en la explotación. "No te dan razones en especial. No dejan pasar porque están recibiendo órdenes", se queja esta mujer, quien se dirige a poner una denuncia con otros cuatro amigos más de los López de Suso. Media hora después, Alfonso, un amigo íntimo de Gerardo, exige la presencia de éste a gritos. "¡Gerar! ¡Gerar, sal!", insiste. "¿Cuánto se han gastado estos años los López de Suso en abogados?, ¿y lo que está sufriendo su madre?", subraya. Su reflexión se interrumpe, cuando por el mirador aparece Román con una bolsa, que se la tira a él. Alfonso emplea las dos botas que hay en su interior a continuación para dar de comer a las 90 vacas.

12.15 horas

"No es David ni Robin Hood"

El edil de Urbanismo, Juan Carlos Alonso, se niega a que el culebrón de la vaquería se tiña de sentimentalismo o erija héroes. Porque él sólo ve a un ganadero que no cumplió un trato, que ejerce una actividad ilegal y que ahora acude a los juzgados en busca de más dinero. Así que, nada más entrar en la sala de prensa, arranca con duras palabras: "En estos tiempos, estamos necesitados de épica, de un David contra Goliat o de un Robin Hood. Pero ni David vendió la honda por 2,4 millones de euros ni en Aretxabaleta se roba a los ricos para dárselo a los pobres".

La historia tiene muchos flecos. Y el concejal los va desgranando para desacreditar a los López de Suso. Según dice, cuando el Consistorio presentó el proyecto de urbanización a los propietarios de los terrenos de Aretxabaleta, todos dieron el visto bueno a la cesión, incluida esta familia. Así que la Junta de Concertación creada repartió los suelos, y a Gerardo le tocaron los suyos. "Pero luego se negó a aceptarlos, porque sobre ellos se iba a construir VPO y él quiere aprovechamiento urbanístico de vivienda libre". Esa ruptura del acuerdo es la que ha desembocado en la orden judicial de desalojo.

El concejal recuerda, por otro lado, que López de Suso se va a llevar 1,2 millones de euros por el valor teórico de esos terrenos -descontando gastos de urbanización- y otros 1,27 millones de euros -sin gastos de urbanización- como indemnización por el cese de actividad, si bien el ganadero ha recurrido porque según el perito judicial debería ser el doble. Mucho dinero para una granja que, por cierto, es ilegal. Desde el año 2005 se le ha venido denegando la licencia de actividad porque contraviene el plan de ordenación urbana.

Alonso cree que Gerardo "está montando un circo" y que en realidad "no quiere" seguir con la granja, pero reafirma la propuesta municipal: 18 meses para el desalojo de la vaquería y la recalificación de un terreno que el dueño tiene en Gardelegi para que la traslade allí.

13.15 horas

"La oferta es un cuento"

Gerardo López de Suso convoca una rueda de prensa junto a su abogado. Bajo la lluvia. Asegura que la oferta del Consistorio es "un cuento": si hoy le quitan la parcela contigua, los animales no tendrán dónde comer y los tendrá que sacar de ahí. "Así que no sabemos qué va a pasar", lamenta, al tiempo que se defiende de las acusaciones del concejal. "Mi bisabuelo estuvo aquí, y mi abuelo, y mis padres... Sólo sé hacer esto, y quiero tener una granja. Por eso luché por lograr la licencia de actividad y, al no poder conseguirla aquí, propuse otros terrenos", sostiene.

Los agricultores de la zona le apoyan. Y los que allí se han congregado empiezan a pensar en la manera de frenar el desalojo. Tal vez, dicen, poniendo sus tractores a la entrada podrían evitar la ejecución de la orden. Lo que no saben en ese momento es que el dispositivo policial va a permanecer toda la noche.

15.00 horas

"¡Han detenido a un joven!"

Nadie duda de que habrá altercados, pero a todos les pilla por sorpresa la escena de las tres de la tarde. El hijo de un agricultor de Hijona, de veinte años, se cuela por el cordón policial para no rodear toda la iglesia. Craso error. "Los policías se han avalanzado, ha aparecido la Ertzaintza, y lo han detenido", sostiene Gerardo. Al parecer, ha cometido un acto de desobediencia. El padre trato de hablar con los agentes, sin éxito.

Mientras, los López de Suso cuentan las horas para el desalojo de la parcela. Ya sabe que habrá Policía autonómica para evitar altercados y que los Hombres de Bully, el operativo especial de la Guardia Local, ejecutará la orden judicial. Angustia.