vitoria. Con la victoria en la mano, ¿le apetece recordar sus sensaciones aquel día en que el Ayuntamiento le puso de patitas en la calle?
Me sentí muy sorprendida, la verdad. En julio de 2007 nos enteramos de que, para ejecutar la sentencia del Superior de 2005 que obligaba al Ayuntamiento a incorporar a la plantilla al denunciante, el gobierno había decidido despedir a una persona en vez de asumir sus errores. Como comité de empresa, nos reunimos con el concejal de Función Pública, Joaquín Esteban, y le pedimos que buscara la forma legal para que nadie fuera despedido. Y en septiembre de 2009, Esteban me convocó a una reunión y me dijo que le diera dos besos antes, que seguramente al terminar yo ya no iba a querer darle ninguno.
Y no se equivocó el concejal...
No. Ni le di dos besos después ni se los he vuelto a dar. Me dijo que, de acuerdo con los informes jurídicos que se habían solicitado, había que despedir a una persona y que esa persona era yo. Si no se puntuaban los méritos, yo era la última de la lista. Sin embargo, el juez ya dijo en su sentencia que había que computar los méritos de todos los opositores. Y, por méritos, yo estaba incluso por encima del reclamante.
Tanto usted como sus compañeros de ELA siempre han dicho que tras esta decisión se esconde una venganza personal del alcalde, quien buscaba "amedrentar" al sindicato, al comité y a los funcionarios.
Fue un ataque personal porque yo era la cara de ELA. Y ELA estaba realizando una labor sindical que se quería acallar. Así que en octubre de 2009 revocaron mi nombramiento. Hasta hoy.
El gobierno ya ha adelantado que no va a presentar recurso de súplica. ¿Así que alguien le ha dicho cuándo podrá reincorporarse a su puesto de trabajo?
Todavía no. Pero los Servicios Jurídicos del Ayuntamiento nos han dicho que la ejecución del auto judicial debe ser inmediata.
Tras lo sucedido, ¿con qué ganas regresa al Ayuntamiento?
Vuelvo con la cabeza muy alta, con la convicción de que aquella decisión del gobierno fue muy injusta.
¿Tiene pensado decirle algo al alcalde si se cruza con él por los pasillos de la Casa Consistorial?
No tengo pensado decirle nada.
Pero para los trabajadores municipales no es nada bueno contar con unos representantes que tienen una nula comunicación con el alcalde.
Pero la responsabilidad en ese caso la tiene quien manda en el Ayuntamiento. El problema es suyo.
ELA ha solicitado la dimisión del alcalde. ¿El objetivo ahora es que no gane las próximas elecciones?
Evidentemente, no queremos que gane. Patxi Lazcoz tomó la vara de mando hace tres años como el alcalde de la transparencia y el diálogo, pero ese alcalde no existe. Y vamos a trabajar duro para demostrar quién es y por toda la plantilla.