vITORIA afronta un cuarto y último año de legislatura clave en el desarrollo de sus proyectos estratégicos. El inicio de las obras del centro internacional de congresos o de la nueva estación de autobuses ya está confirmado. Pero habrá más novedades: nuevos avances en el Plan Alhóndiga, la sociedad del soterramiento, los centros cívicos de los nuevos barrios... Esta coincidencia, que desde la oposición municipal se ve como una búsqueda de medallas ante la cercanía electoral y desde el equipo de gobierno como el resultado lógico de años de trabajo, convertirá a esta última fase del gabinete Lazcoz en el año de la eclosión. Y, previsiblemente, en el de las críticas más duras por parte de la oposición.

Tanto unos como otros, en cualquier caso, coinciden al destacar que éste será el año del acelerón. En el caso de la estación de autobuses y el auditorio, ha habido novedades precisamente en las últimas semanas -los arquitectos del anteproyecto de la terminal tomarán las riendas finalmente de la infraestructura y el próximo viernes se presentará el proyecto de ejecución arquitectónico del complejo de Bayón- que permiten confirmar que las obras apuntan a la próxima primavera. El equipo de gobierno insiste en que estos pasos se han dado cuando debían, alejados del timing -palabra de moda en la Casa Consistorial- político y centrados en un necesario proceso de maduración. El PP, mientras, señala estos trámites como un reflejo de la necesidad del alcalde de "colocar una grúa".

Lo cierto es que los grupos de la oposición coinciden al hablar del equipo Lazcoz como un gobierno que medita demasiado y actúa poco, que requiere de un empujón para responder a las necesidades de la ciudad. El alcalde lo dará en próximas fechas al impulsar las medidas contra el déficit, la sociedad que tomará las riendas del soterramiento, el nuevo ayuntamiento de San Martín... La pregunta que ahora está en el aire es si esos pasos se darán con el apoyo de la oposición. El PNV, socio en los tres presupuestos firmados por Lazcoz, se mostró ayer dispuesto a volver a tender la mano al alcalde por una cuestión de responsabilidad. En cualquier caso, todos coinciden al prever tiempos difíciles en el Consistorio, con los comicios cada día más cerca.