Vitoria. El alma de la colina prosigue con su plan bifidus. La asociación ecologista Gaia ha purificado, de la mano de la Agencia de Revitalización de la Ciudad Histórica, dos nuevos caños medievales con acceso desde el Cantón de las Carnicerías. Los patios que desde las épocas de los reyes recogieron aguas mayores y menores se han reconvertido, gracias a 400 plantas de 94 especies distintas, en auténticos vergeles. Igual que el primer laberinto recuperado a principios de año, entre los números 35 y 65 de Pintorería y los portales 56 y 98 de Cuchillería. Ahora, los tres cumplen el doble objetivo perseguido: mejorar la calidad de vida de los vecinos y poner en valor estos espacios como un elemento más del patrimonio cultural del Casco Viejo.

Azaleas, camelias, helechos, coníferas, firmes impolutos, fachadas limpias... Tras cada detalle aparecen las manos del portavoz de Gaia, conocido como Cibeles. Él ha liderado los trabajos realizados en los dos caños: el P, un pequeño pasillo entre las vecindades de Correría y Zapatería; y el K, más grande, que serpentea entre Zapatería y Herrería. La labor ha sido pesada, porque cada una de las 30 jardineras del P y las 148 del K han sido transportadas a mano. "Y cada una tiene mil kilos de tierra", apuntilla el vitoriano. No obstante, los trabajos sólo han durado veinte días. Según explica este amante de la naturaleza y de la colina, "estos caños eran los que en mejor condición se encontraban".

El motivo del relativo buen estado de los patios lleva también el nombre de Cibeles. Hace seis años, gracias al apoyo del Ayuntamiento, Gaia inició el acondicionamiento de los dos caños, que además casi dos décadas antes ya habían sido sometidos a arreglos. Por eso, "esta transformación, aun siendo importante, no resulta tan espectacular como la realizada en el de Pintorería". Junto con las jardineras, la asociación ecologísta ha pulido los suelos y mejorado las fachadas más antiguas.

Aunque los dos nuevos patios se pueden ver desde fuera, la idea ahora es celebrar una jornada de puertas abiertas el día 19 de junio para que los gasteiztarras puedan introducirse en las tripas de la colina y conocer su historia. Además, muy pronto todos los caños del Casco, que en la ladera oeste están ordenados por letras y en la este por números, serán bautizados. La iniciativa, que parte del concejal del PNV Iñaki Prusilla, ya ha comenzado a gestarse con la elaboración de un listado con nombres de personajes que han marcado las vidas de los vecinos del barrio, como el último mayoral de Santo Domingo o Salinas, el hombre que tocaba el acordeón en las fiestas de las vecindades. Los habitantes de los caños seleccionarán sus favoritos.