vitoria. El Gobierno Vasco de Patxi López ha decidido hacer un hueco en su quirófano a la calle General Álava. Asume, así, que el penoso estado del firme es consecuencia del tránsito del tranvía, como el Consistorio había defendido, pese a que técnicos consultados por este periódico consideran que el paso -y el peso- de los autobuses y vehículos tiene más que ver con el acelerado deterioro de la arteria que un medio de transporte que va sobre raíles. El caso es que el mea culpa del ejecutivo autonómico, socialista como el de Vitoria, le viene muy bien a la ciudad: no habrá que sacar dinero de las arcas municipales para acometer la reforma.

Ahora, técnicos del Ayuntamiento y de Euskal Trenbide Sarea, el ente administrador de las infraestructuras ferroviarias vascas, deberán reunirse para definir la obra y determinar cuál es el momento más apropiado para llevarla a cabo. En principio, los rotos y las arquetas bailarinas deberán esperar. Según informaron fuentes de la sociedad pública, "lo conveniente es esperar a que el tiempo sea seco"; una recomendación que, de seguirse, pospondrá los trabajos en la calle General Álava hasta principios del verano.

La climatología juega en contra de la urgencia de la reforma y, además, no es el único factor que la complica. El otro es el propio tranvía. Como, a diferencia de los urbanos y los vehículos privados, no hay forma de desviarlo, o se suspende el servicio en el tiempo que duren las obras o se acometen por la noche. Ahora mismo, no se contempla la primera opción, así que no quedará más remedio que ejecutar los trabajos por la noche, lo que implica tener un cuidado extremo para que los vecinos puedan descansar. "Va a resultar mucho más complicado que cuando se levantó el firme la primera vez", reconocieron desde Euskal Trenbide Sarea.

Durante las obras para la implantación del metro ligero, General Álava fue un punto negro. "Hubo problemas con la colocación del firme, se levantó y se volvió a poner entero. Esos trabajos se hicieron por fases y duraron tres semanas", recordaron las mismas fuentes. Traducción: esta vez, con el tranvía en pleno funcionamiento, seguramente la reforma se alargará más tiempo.

Si el Gobierno Vasco espera a cuando menos gente hay en la ciudad, la obra coincidirá con la reforma de la media luna de la plaza Lovaina. El Ayuntamiento va a dotarla del mismo aspecto que Magdalena y Sancho el Sabio, las calles que conecta.