Con la Unión Europea convertida en el epicentro mundial de la pandemia de coronavirus y la desconocida variante ómicron acechando, muchos Estados miembros están reforzando las restricciones para contener los contagios ante la inminente llegada de Navidad, estrategia que respalda la Comisión Europea.

"Una acción contundente ahora nos ayudará a mantener los niveles de trasmisión bajos, a aliviar la carga sobre el sistema sanitario y mantener a la mayoría seguros durante estas fiestas", trasladó este martes en Bruselas la directora del ECDC, Andrea Ammon, al consejo de ministros de Sanidad de los países de la UE.

En la misma sesión, la comisaria europea de Sanidad, Stella Kyriakides, llamó también a las capitales a "mantener o recuperar medidas de salud pública inteligentes y específicas".

"Con la llegada del período navideño, hacer llegar este mensaje a los ciudadanos requerirá una reflexión cuidadosa", avisó Kyriakides, quien agregó que las restricciones que han ido proliferando en los últimos días en distintos países son complementarias medidas, como el uso de las mascarillas o el respeto a la distancia física.

Francia ha cerrado las discotecas, Irlanda impone desde hoy nuevas restricciones al sector hostelero y del ocio, Países Bajos ha cerrado todas las actividades no esenciales a partir de las cinco de la tarde y Bélgica ha prohibido las reuniones privadas en interiores.

Todos esos países, con alta incidencia acumulada, se mueven en tasas medias de vacunación con pauta completa de entre el 69 % y el 76 % del total de la población, mientras que la media del conjunto de la UE es sólo del 66,4 %, según datos del ECDC.

Algunos países donde los ratios son bajos, como Alemania (68 %) o Austria (59,6 %), aunque también Italia con un 73,3 %, están dirigiendo las restricciones especialmente hacia los no vacunados.

"Es muy importante que haya una diferencia entre los que están vacunados y los que no en el día a día: en los restaurantes, el transporte, en cualquier lado", declaró a la prensa el ministro de Sanidad alemán, Jens Spahn.

"De momento, no hay casos graves ni muertos entre los casos detectados, pero todavía es pronto para pronunciarse sobre cuál es el nivel de peligrosidad", dijo la máxima responsable del ECDC.

Los "datos" preliminares de Sudáfrica y del Reino Unido sugieren que ómicron cubriría "el 50 % de las infecciones en los próximos meses en la UE", donde "la situación ya es preocupante con la variante delta", dijo Ammon.

"No veo hoy en día que tengamos que restringir los viajes dentro de la UE", dijo a su vez el ministro alemán, que resumió el sentir de los Veintisiete, quienes pese a la cepa ómicron no pidieron limitaciones internas, como la prueba PCR negativa que exige Portugal además del certificado de vacunación.

Pero tampoco descartaron aplicar frenos en caso de deterioro epidemiológico y se mostraron favorables a seguir coordinando medidas fronterizas para contener la entrada de nuevas variantes en la UE.

Las vacunas de Pfizer-BioNTech adaptadas para niños de entre 5 y 12 años, colectivo que en países como Bélgica concentran los focos de contagios, empezarán a llegar a los Estados miembros el 13 de diciembre. España, por ejemplo, empezará a inmunizar a partir del día 15 de diciembre, y Francia empezará el 20.

Una docena de Estados miembros, con apoyo específico de España, Alemania, Países Bajos, Italia, Letonia o Dinamarca, pidieron un sistema de compras conjuntas de medicamentos contra la covid similar al que la Comisión articuló para aprovisionar a la UE de vacunas. "Es la mejor cara de la Unión Europea y vamos a repetirlo con los fármacos", dijo la comisaria de Sanidad.