- Evitar el abuso de mafias o capataces, permitir su acceso a los servicios sanitarios o llenar el vacío de personal necesario en campos o cuidados domésticos. Es el triple objetivo de la nueva legislación aprobada por el Gobierno italiano, que busca regularizar de forma temporal la situación de medio millón de personas sin papeles. La medida no ha estado exenta de polémica y ha creado fricción entre los dos aliados en el Ejecutivo.

El Gobierno italiano que conforman el Movimiento 5 Estrellas y el Partido Democrático ha aprobado una legislación para dar permiso de residencia y trabajo a migrantes en situación irregular o solicitantes de asilo ante la pandemia. Unos 560.000 migrantes viven en el país de forma irregular, según la Fundación Ismu.

La medida prevé alcanzar a unas 500.000 personas y busca terminar con la “esclavitud moderna” como calificó Giuseppe Conte, primer ministro italiano, los abusos y explotación que sufren muchas de estas personas. Quiere también garantizar su acceso a los sistemas sanitarios.

Los beneficiarios podrán trabajar de forma legal en la agricultura y los cuidados domésticos, dos sectores en los que escasea la mano de trabajo en la época del covid-19. Roma estima que harán falta entre 270.000 y 350.000 temporeros para las campañas de recogida de fruta y verdura. La falta de mano de obra en los campos europeos preocupa a toda la UE. Para garantizar el abastecimiento de alimentos, la Comisión Europea pidió a los Estados miembro que excluyan de las restricciones de viajes a los trabajadores transfronterizos que cumplan con estos cometidos.

Los solicitantes podrán presentar su solicitud el 1 de junio y el permiso estará en vigor durante seis meses, aunque es prorrogable. La medida se encuadra dentro de un paquete global de 55.000 millones de euros que acaba de aprobar Roma para ayudar a las personas y empresas más golpeadas por el coronavirus.

La medida no ha estado exenta de polémica en un país donde la inmigración está muy estigmatizada y es un tema político muy sensible que ha impulsado a partidos como la ultraderechista Liga Norte de Matteo Salvini. El propio anti establishment Movimiento 5 Estrellas no estaba cómodo con la legislación y tensó la cuerda con sus aliados del Partido Democrático hasta el último momento.