- Dar un paseo por la calle, por un parque o por el monte sin mascarilla parece que va a ser una realidad más pronto que tarde. El pasado lunes el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, lanzó la posibilidad de que la mascarilla deje de ser obligatoria en espacios exteriores "en no muchos días", una flexibilización que respaldan expertos navarros a tenor de la mejoría de la situación epidemiológica y del buen ritmo de la vacunación. "Es posible que en exteriores, en no muchos días, se pueda reducir el uso de la mascarilla", avanzó Simón el lunes, aunque matizó que para ello se debe contar con una incidencia por debajo de 150 casos por 100.000 habitantes, un umbral que Navarra rebajará previsiblemente la próxima semana, si continúa la tendencia descendente.

En línea con Simón, el investigador del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra (ISPLN), Jesús Castilla, y la jefa del Servicio de Neumología del CHN, Pilar Cebollero, consideran que la mascarilla hay que adecuarla a la situación actual y ven coherente que pueda dejar de ser obligatoria al aire libre. "Hay que buscar soluciones inteligentes adaptadas a cada situación. Quizá la obligatoriedad de la mascarilla en sitios abiertos pueda ser excesiva en algunos contextos, como cuando vas solo, paseando, por el monte, etc.", apunta Castilla. En la misma línea, Cebollero vincula la flexibilización de la mascarilla con una situación epidémica favorable: "Si la incidencia es baja se hace más improbable que te puedas contagiar". Sobre quitar la prenda al aire libre matiza que "hay espacios abiertos y espacios abiertos. No es lo mismo el monte, donde hay poca gente, que por ejemplo en una terraza". "En verano la mascarilla agobia más por el calor y en exteriores la probabilidad de contagio es más baja por lo que no sería desproporcionado quitarla en algunos ámbitos. En interiores tardará más, no estamos en situación de arriesgarnos", explica Cebollero.

Más allá de las declaraciones de Simón, en Euskadi no hay fecha sobre cuándo se flexibilizará el uso de la mascarilla. De hecho, la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, advirtió el pasado martes martes de que solo se podrá dejar de usar la mascarilla cuando "una gran parte de la sociedad esté vacunada", a pesar de reconocer que hay "motivos para la esperanza con la reducción sostenida" de la incidencia. " eso será posible cuando una gran parte de la sociedad esté inmunizada", insistió Sagardui.

Lo que está claro es que la mascarilla ha sido una de las principales barreras contra el coronavirus y también contra otros virus respiratorios, que casi no han tenido incidencia este pasado invierno. "Antes del covid teníamos muchas enfermedades (gripe, parotiditis, tosferina, meningococo...) y este año con la mascarilla prácticamente han desaparecido", explica Castilla. Destaca el caso de la gripe, que antes de la pandemia de coronavirus llegaba a nivel de epidemia, presionaba mucho los hospitales y muchas personas morían a causa de esta enfermedad y este año apenas se han registrado un par de casos aislados.

Sobre los inconvenientes de la mascarilla, el investigador del ISPLN apunta que "no hay ninguno más allá de que es incomoda, pero no genera problemas". Cebollero comenta que no han tenido ningún caso grave por usar mascarilla. "Ha venido gente con molestias porque le costaba respirar pero realmente no había un menoscabo de la salud. Además, a personas con problemas respiratorios es mucho mayor el riesgo de infección que la incomodidad que pueda generar", declara la neumóloga.