El cofundador de la farmacéutica alemana BioNTech, Ugur Sahin, ha explicado este miércoles que la vacuna desarrollada por su laboratorio para Pfizer puede necesitar una tercera dosis de refuerzo entre los nueve y los doce meses después de la segunda. Y es que según ha expuesto, la máxima efectividad de su fármaco -un 97 %- no se alcanza hasta siete días después de haber recibido la segunda dosis, y a los seis meses ésta empieza a descender.

Así, de acuerdo a sus estimaciones actuales, ello implicaría que, entre los nueve meses y el año siguiente probablemente deberá inyectarse una tercera, para garantizar el mantenimiento de la máxima inmunidad.

Asimismo, Sahin ha subrayado que confía en que la vacuna desarrollada por su laboratorio y distribuida junto a su socio estadounidense Pfizer sea "efectiva" también contra la variante india.

"Nuestro método se basa en las experiencias adquiridas contra el cáncer. Experimentamos con muchas variantes y, hasta ahora, en todas hemos logrado buenos resultados", indicó Sahin en un encuentro virtual con representantes de medios extranjeros en Alemania.

"Confío en que obtendremos también buenos resultados frente a la variante india", añadió, respecto a esta mutación, mucho más agresiva que las anteriormente detectadas. Hasta ahora, insistió, su vacuna había mostrado su efectividad "en prácticamente todas" las mutaciones conocidas.

Del mismo modo, Sahin se ha mostrado cauteloso en lo que respecta a la liberación de restricciones para los vacunados. Está claro que ésta va a producirse, ya que "todos esperamos recuperar la normalidad", pero debe evitarse caer en "discriminaciones" entre ciudadanos inmunizados y los que no lo están. "Hay que ser muy precavido y no caer en la llamada 'cultura de la envidia'", aconsejó.