El anuncio sorpresa de la convocatoria para la tarde de hoy del Consejo Asesor del Plan Civil de Euskadi (LABI) ya hacía presagiar un nuevo endurecimiento de las restricciones. Porque el LABI técnico ha propuesto cerrar perimetralmente los municipios y restringir los horarios en el interior de los locales hosteleros en las localidades con más propagación del virus. En concreto, pretende limitar dichos horarios a los desayunos y comidas, cuando la incidencia acumulada en 14 días sea igual o superior a 400 casos por cada 100.000 habitantes. Estas medidas no se circunscribirán solo a la Semana Santa, sino que serán efectivas mientras la pandemia no mejore.

La apertura no ha durado ni veinte días. Fue el pasado nueve de marzo cuando se abrió la movilidad porque la curva era descendente. Ahora, sin embargo, se cumplen dos semanas de ascenso ininterrumpido de la incidencia y de los 236,3 casos del martes se ha pasado a los 243,5 del miércoles. Con un virus que gana terreno, los planes de Semana Santa quedan en el aire, pendientes de la evolución epidemiológica en cada localidad.

Siete municipios vascos de más de 5.000 habitantes se verían afectadas, a día de hoy, por las nuevas restricciones para contener el covid-19, que consisten en el mencionado confinamiento municipal y en recortar el horario de la hostelería cuando la incidencia acumulada sea igual o superior a 400 casos. En concreto se trata de Elorrio, Ermua, Muskiz y Ondarroa, en Bizkaia, y Beasain, Lazkao y Ordizia, en Gipuzkoa.

Si la Dirección de Salud Pública estableciera este mismo parámetro para las localidades de menos de 5.000 vecinos, las restricciones se extenderían a otros 35 municipios vascos. Y en territorio vizcaíno afectaría a nueve, Aulesti, Fruiz, Galdames, Ibarrangelu, Izurtza, Mallabia, Nabarniz Plentzia y Zamudio. El misterio lo desvelará cada martes la dirección de Salud Pública que publicará la lista negra de los municipios a los que se les aplicará el cerrojazo. Las restricciones serán obligatorias al día siguiente.

A expensas de la adopción de medidas adicionales, el LABI extraordinario podría decidir cerrar perimetralmente las localidades con estas tasas, salvo para las excepciones contempladas, ya que se permitirá el tránsito al municipio colindante para hacer compras y para practicar actividad física al aire libre. En cuanto a la hostelería de las localidades en riesgo extremo de contagio, bares y restaurantes tendrán que reducir su horario de atención al público en el interior a dos franjas horarias; desde las 06.30 hasta las 9.30 horas y desde las 13.00 hasta las 16.30 horas. Los establecimientos de juegos y apuestas, por su parte, no podrán prestar en su interior servicios de hostelería.

Hay que señalar que ninguna de las tres capitales vascas resultaría afectada por estas restricciones de manera inmediata aunque Bilbao y Gasteiz podrían estar a las puertas.

La propuesta que se llevará hoy al comité asesor del Plan de Protección Civil de Euskadi para su aprobación también afecta a los territorios históricos, que se cerrarán perimetralmente en el caso de incidencias acumuladas de igual o superior a 400 casos. En dicha propuesta se incluye asimismo la medida adoptada por el Consejo Interterritorial de Salud para Semana Santa. En ella se determina que entre el 26 de marzo y el 9 de abril la permanencia de grupos de personas en espacios privados se limitará a los convivientes.

Y es que la inquietante evolución del virus ha provocado que se cumplan los peores pronósticos. El lehendakari, Iñigo Urkullu, ya anunció ayer que estaba analizando la posibilidad de "endurecer" las actuales medidas preventivas contra el covid.

Pero el Ejecutivo de Gasteiz tiene poco margen de maniobra porque el estado de alarma limita la restricción del horario de movilidad nocturna, debido a que el toque de queda está restringido a un horario máximo de entre las 22.00 y las 6.00 horas, horario que no pueden incrementar las comunidades autónomas. Tampoco hay que olvidar que el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco anuló la decisión de Lakua de cerrar la hostelería en los municipios en zona roja.

Teniendo en cuenta ambos impedimentos, y dado que uno de los mayores factores de riesgo para la expansión de los contagios es el de la movilidad y el uso de espacios interiores "de cualquier establecimiento, sea de la naturaleza que sea", Urkullu admitió estar analizando la posibilidad de adoptar medidas en esos ámbitos.

El portavoz, Bingen Zupiria, reiteró, por su parte, que las medidas en vigor en Euskadi "son muy restrictivas". "El panel de medidas es muy severo, ¿Se podrían estirar un poco más? Es probable, pero los márgenes tampoco son muy amplios. Tenemos las limitaciones del estado de alarma y del Tribunal Superior vasco respecto a la actividad hostelera", precisó.