- El brote de coronavirus que mantiene en vilo al vecindario del portal número 4 de la Plaza Haro, en el bilbaino barrio de Santutxu, se ha cobrado ya seis vidas, entre ellas las de dos hermanos de 73 y 76 años, que fallecieron el pasado viernes. La cifra de víctimas causadas por este foco, donde se han detectado asimismo más de una treintena de positivos, fue confirmada ayer por la consejera de Salud del Gobierno Vasco, Gotzone Sagardui, quien declaró que “no parece” que este cúmulo de contagios se deba a la cepa británica.

En una entrevista concedida a Radio Vitoria, Sagardui defendió “la rapidez” con la que actuó Osakidetza en este caso, ya que, tras detectarse los primeros positivos, se realizó un cribado a todos los vecinos. Tras considerar que esta es “una muestra más de que la red de rastreo funciona”, señaló que, “a pesar de ello, hay personas que han perdido la vida fruto del covid-19 en esa comunidad”. “No siempre se puede llegar a tiempo”, lamentó. Mientras se mantiene la vigilancia sobre las personas afectadas por este brote, se baraja la hipótesis de que un “supercontagiador” haya podido extender el virus en el único escenario que, al parecer, han compartido los vecinos, que son los dos ascensores de este edificio en el que viven 62 familias. “Las personas supercontagiadoras producen una alta carga viral cuando se infectan. Si esto está acompañado de una carencia de síntomas, hay una alta probabilidad de eventos de transmisión. Si, además, esa persona no guarda las condiciones de seguridad, como la mascarilla perfectamente colocada, la limpieza de manos, etc, se juntan las dos situaciones”, explicó ayer Begoña Díez, profesora de Inmunología, Microbiología y Parasitología de la UPV/EHU, quien aportó un dato significativo: “Se calcula que hay aproximadamente un 20% de personas supercontagiadoras, que son las responsables del 80% de las transmisiones que se producen en la infección”.