La cita electoral del domingo va a dibujar un nuevo escenario en el Ayuntamiento de Gasteiz con una Maider Etxebarria dispuesta a convertirse en la primera alcaldesa de la ciudad.
¿Está satisfecha con los vaticinios de las encuestas?
–Desconfío bastante de ellas porque a veces dibujan un escenario posible y otras están desviando la atención. Ahí está el ejemplo de hace cuatro años donde estuvimos a puntos de conseguir la Alcaldía.
La campaña está siendo una pugna entre tres formaciones, PNV, PSE, EH Bildu, en una apretada pugna por hacerse con la Alcaldía y separadas por unas décimas.
–Así lo apuntan todas las encuestas. También en 2019 apuntaban al PSE a obtener cuatro concejales como cuarta fuerza y estuvimos a punto de conseguir la Alcaldía. En esta ocasión estoy convencida de que vamos a ganar el domingo.
“Es esta legislatura tan dura hemos gestionado áreas clave como servicios sociales y promoción económica”
Siete años compartiendo el gobierno municipal y parece que le cuesta al PSE reflejar esa labor con un incremento de resultados.
–En estos siete años hemos pasado de los cuatro concejales de la legislatura pasada a los seis del PSE en la actual. Desde nuestros departamentos municipales hemos liderado la gestión en esta legislatura tan dura dos de los tres pilares fundamentales como los servicios sociales y promoción económica.
En su programa apuestan por un cambio tranquilo huyendo de cualquier tipo de aventura y riesgo.
–El PSE apuesta por un cambio tranquilo, sensato, sin estridencias y con acuerdos para construir una ciudad en positivo como única alternativa posible al PNV. Quiero ser la primera alcaldesa de Vitoria para tener una ciudad más viva donde pasen más cosas, que mire a sus barrios atendiendo a sus vecinos y que atraiga inversiones industriales reteniendo el talento.
¿Son unas elecciones donde confrontan los bloques o modelos?
–El PSE es la alternativa, alejado de posturas extremas como han demostrado EH Bildu y PP. Los primeros con ese ansia de poder que tienen ahora siendo la izquierda abertzale de siempre, aunque hayan cambiado de caras. El PP es la derecha rancia, trasnochada y obsoleta.
En el escenario del 29 de mayo ya ha habido posicionamientos del PNV a la hora de señalarles como primera formación a la que van a llamar tras las elecciones.
–Soy más cauta a la hora de esperar al domingo para ver el pronunciamiento de la ciudadanía. Ante esas personas tan osadas, ya veremos quien llama a quien. Aspiramos a alcanzar la Alcaldía y me parece razonable pensar que, quizá, se el PSE el que llame a nuestros socios. Me voy a dejar la piel para conformar el gobierno y hacer una gestión basada en grandes acuerdos.
Ese programa de gobierno se fundamenta en 120 medidas a aplicar en los barrios y surgidas de la propia escucha a la ciudadanía.
–Es el reflejo de los siete años que llevamos escuchándoles y hemos querido plasmarlo en esas 120 actuaciones teniendo en cuenta las sugerencias y peticiones de colectivos vecinales. Hemos estado en contacto con ellos todo este tiempo y no entiendo la política de otra manera. Estamos aquí para reforzar el bienestar de la ciudadanía y no entiendo que haya vecinos de primera o segunda, en función del barrio.
“Si soy alcaldesa pondré alfombra roja al Gobierno Vasco o quien construya vivienda protegida”
A su anuncio le siguió el de otra candidata que aludió a 125 millones de euros en inversiones para barrios. ¿Se ha entrado en una subasta en ese tema?
–Planteé hace más de dos meses esa batería de 120 actuaciones consensuadas con los vecinos. Si ahora hay otra formación, el PNV en este caso, que está muy nervioso y quiere copiarnos, pues encantados pero las copias siempre serán copias.
Algunas de esas acciones como reformar Portal de Legutiano, mejorar Sansomendi o el centro cívico Iparralde son mejoras que llevaban años en la lista de reivindicaciones vecinales.
–Los vecinos tienen toda la razón. Son actuaciones que debieran haberse hecho hace tiempo y, como urgen, las queremos poner en marcha junto a muchas otras en diferentes barrios de Vitoria.
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¿Precisa el espacio público de Vitoria una intervención a gran escala para evitar que la ciudad quede desfasada o desactualizada?
–Como sucede en la vida hay que seguir actualizando todo lo que tenemos y dotar a los servicios públicos de una mejor calidad. Hay temas como el mobiliario urbano, que debe ser mejorado, o cubrir zonas de juego infantiles. Otra de las propuestas es la de mejoras en la poda de arbolado o en Ariznabarra, Zabalgana o Salburua, que el otro día visitamos y donde existen arbustos que son muy altos y concentran mucha suciedad y, a veces, pueden ser refugio de ratas.
Otra petición recurrente es la de mejorar la iluminación en las calles o zonas concretas como los parques de la ciudad.
–Queremos trabajar un plan de intervención lumínica en Vitoria, en colaboración con las asociaciones vecinales, porque sí que existen zonas que se quedan quizá más oscuras y ante eso debemos actuar. Una de ellas es el parque de Arriaga donde queremos aumentar la intensidad lumínica para más seguridad.
Vitoria presume de etiqueta Green, pero es la ciudad vasca donde más se utiliza el coche. ¿Qué se está haciendo mal?
–No creo que sea una cuestión de que las cosas se estén haciendo mal. Hay que relativizar esos datos porque son referidos al año 2021, cuando todavía estábamos viviendo las secuelas de la pandemia y ese temor a contagios. Esta legislatura se han puesto en marcha los ramales del tranvía a Adurza, Salburua, se ha electrificado con el BEI la antigua línea Periférica, se avanza en la de la línea Lakua-Mariturri y se quiere llegar a los 200 kilómetros de carril bici. Son planteamientos que otras ciudades no podrían ni empezar a soñar. Partiendo de ahí, sí que hay que empezar a introducir mejoras en la movilidad y en eso estamos.
En esa cuestión de la movilidad, Vitoria sigue sin tener una nueva ordenanza que regule la convivencia de bicicletas, patines y peatones. ¿Es uno de los primeros deberes para la nueva Corporación?
–Cuando se planteó no fue posible y miraría hacia adelante porque es algo absolutamente necesario. Es fundamental garantizar una seguridad del peatón en la ciudad.
Otro de los pilares de la movilidad es el transporte público y ahí la flota de Tuvisa necesita también una renovación urgente.
–Es necesaria esa renovación de la flota de Tuvisa. Hemos comenzado la electrificación con el BEI y continuaremos con la línea Lakua-Mariturri. En estas dos últimas legislaturas se han comprando alrededor de medio centenar de autobuses y está en marcha la licitación para comprar otros 20. Lo que no puede ser es que durante el mandato del PP no se comprase ninguno.
Otra de las cuestiones que quita el sueño a los vitorianos es la vivienda. ¿Es el problema más acuciante ahora de la ciudad?
–Teniendo en cuenta que hay 9.000 personas en lista de espera para acceder a un alquiler social y 2.600 de ellas son jóvenes y nuestra estrategia es retener el talento joven, efectivamente sí es una de las grandes carencias que tenemos en este momento. Esto afecta a una tardía edad de emancipación e imposibilidad de iniciar su propio proyecto de vida. Me comprometo a mejorar la relación y que, cuanto antes, se ponga en marcha la construcción de vivienda de alquiler social. La vivienda es un derecho, y no un lujo.
¿El acuerdo entre el Gobierno Vasco y Ayuntamiento de Vitoria para construir 960 viviendas será un alivio y se verán sus efectos?
–Es algo que sí va a aliviar, teniendo en cuenta que hablamos de 9.000 personas que están a la espera y el acuerdo estipula una cantidad de 960 viviendas de alquiler para su construcción. Me parece intolerable que hayamos esperado cinco años. Si soy alcaldesa pondré alfombra roja al Gobierno Vasco u otra institución que quiera construir en Vitoria vivienda protegida.