El candidato de la coalición integrada por Podemos, Ezker Anitza, Equo y Alianza Verde se marca como objetivo mínimo tras las elecciones forales “tener capacidad parlamentaria en las Juntas Generales para poder incidir”.

Sitúese mentalmente en el 29 de mayo. ¿En qué situación se ve?

Según cómo se den los resultados electorales. Tenemos dos objetivos, muy claros además: el primero es formar parte del gobierno foral, de un gobierno de coalición. Creemos en las coaliciones, es lo que nos tocaría y estaríamos dispuestos a asumir. Si no se consigue, el segundo sería quitar la mayoría absoluta a PNV y PSE, porque es necesario para la democracia en Álava dar un paso adelante. Si no es posible el cambio, por lo menos tener capacidad parlamentaria en las Juntas Generales para poder incidir.

¿Y por qué debería confiar el electorado en Elkarrekin-Podemos?

Creo, sinceramente, que somos la única fuerza capaz de articular un cambio con otras formaciones de izquierda que pueden sumar mayorías diferentes a las que hoy hay. Tenemos gobiernos básicamente dirigidos por el PNV en todas las instituciones y es importantísimo hacer un cambio mejor para la sociedad. Y ese cambio hay que articularlo desde la izquierda progresista plural, con Elkarrekin-Podemos como pieza clave. Porque sin Elkarrekin-Podemos no hay cambio posible en Álava. Es así de crudo.

Los números parecen claros en esa ecuación, ¿no? Elkarrekin-Podemos sumando con PSE y EH Bildu.

Bueno, ahí habría posibles coaliciones. Una sería esa. Todo lo que sea izquierda progresista es una posibilidad. Se ha demostrado a nivel estatal y a ver si somos capaces de hacerlo aquí. Obviamente, en esa ecuación no entran ni el PNV ni el PP.

Lo cierto es que la fórmula de gobierno PNV-PSE está muy asentada, y no solamente en Álava.

Está demasiado asentada, sí.

¿Y ve factible que se rompa ese entendimiento?

A ver, debería ser fácil si por parte del PSE existiera un compromiso con la política progresista y una sociedad mejor. Pero el PSE está muy cómodo con el PNV, siendo su bastón. Porque el PNV es el que manda. En esas condiciones veo difícil contar con el PSE.

Elkarrekin ha pactado con PNV y PSE los presupuestos de Vitoria los cuatro años de esta legislatura. ¿Por qué no ha sido posible en Juntas?

En la Diputación el reparto de fuerzas es muy distinto debido a la mayoría absoluta de PNV y PSE. Así y todo, Elkarrekin ha hecho cantidad de propuestas, pero lo que hemos visto ha sido un rodillo intenso por parte del gobierno sobre las propuestas de la oposición. Hemos visto muy poquita capacidad de dialogar. El gobierno foral no ha sido capaz de pactar prácticamente ni un plato de lentejas. Pero la voluntad por nuestra parte ha estado. La de ellos aparece cuando nos necesitan, como en el Ayuntamiento.

El último sondeo de EITB Focus les otorga tres junteros en Álava, uno menos que en las elecciones de 2019. ¿Sería un fracaso?

Creemos que el resultado va a ser mejor por dos elementos fundamentales. En ese mismo sondeo, Elkarrekin sube en porcentaje de voto a nivel municipal y también es el único grupo juntero que sube en la circunscripción de Tierras Esparsas. Nuestra lectura es que vamos a mejor.

¿Cómo van a diferenciarse de una EH Bildu al alza en las encuestas, con la que pueden compartir electorado, para captar esos votantes?

Somos espacios distintos y tenemos diferencias básicas, como en la apuesta por lo 100% público. Un ejemplo claro está en la escuela pública, que está siendo muy deteriorada en relación a la concertada, donde hay un tipo de educación que Bildu apoya plenamente. Y ya estamos viendo el daño que está haciendo que la escuela pública no sea una prioridad. No hay más que ir a Amurrio u Oion. Estamos creando una sociedad a dos velocidades. La apuesta que hace Elkarrekin por los derechos humanos de todas las personas sin excepción también es diferente a la de ese espacio.

Han logrado conformar en Álava una lista unitaria, pero ¿teme que las hostilidades entre Podemos y Sumar les lastren en las urnas?

Creemos que no. Al revés. Esto va a ser un impulso a nivel electoral importante. Hemos logrado que la izquierda progresista y plural sume y los electores van a apreciar que exista esa papeleta única. A nivel estatal, para nosotros Yolanda Díaz es una magnífica candidata para el gobierno del Estado y estamos realmente confiamos en que lo que se ha conseguido llevar a cabo en Euskadi y Araba se va a hacer también a nivel estatal.

Pero ese ruido...

Efectivamente, ese ruido es contaminante. Pero el foco mediático ha estado puesto ahí y hace daño. Quizá no hayamos tenido en Euskadi ese foco y eso nos ha permitido llegar a acuerdos. Creo que con el paso de los meses se va a llegar a acuerdos importantes entre Podemos y Sumar. Vamos a seguir impulsando la unidad y vamos a conseguirla, estoy convencido.

Aseguran que Álava debe hacer frente a “problemas acuciantes”. ¿Cuál diría que es el más grave?

La insostenibilidad, tanto medioambiental como social y económica. Vivimos en un mundo en el que, si no cambiamos aquí las cuestiones fundamentales, nos vamos al garete. Y Álava puede ser un ejemplo en las sociedades avanzadas de cómo se deben hacer las cosas. Pero se pueden hacer mucho mejor que ahora.

¿Por dónde habría que empezar?

Un factor importantísimo es el envejecimiento poblacional que estamos sufriendo de manera acelerada. Álava y la Diputación tienen mecanismos para afrontarlo de una forma responsable, con calidad, a través de la inversión en lo 100% público. Y no se está haciendo. Se está privatizando el sector de los cuidados y esto redunda en una mala calidad en la atención a nuestros mayores y dependientes y también en una precarización de las trabajadoras de este sector. Este no puede ser el futuro para Álava. El futuro pasa por fortalecer un modelo residencial y de cuidados público. Y tenemos la capacidad económica para hacer ese cambio. ¿Por qué no hacerlo? Hacen falta políticas diferentes.

¿Por ejemplo?

Una pata fundamental está en la fiscalidad. Hace falta un cambio a este nivel para recaudar más, mejor y de una manera más justa. Y para ello, no se puede poner a las espaldas de las rentas de trabajo la mayor carga fiscal, como se está haciendo. Hay que poner un mayor peso en las rentas del capital y en los grandes patrimonios, no en la clase trabajadora.

¿Abogan por nuevos impuestos?

El impuesto a las grandes fortunas se ha puesto ya en marcha en todo el Estado, pero evidentemente en Álava y Euskadi no, pese a lo que se ha intentado mostrar de cara a la galería. Es un impuesto temporal de dos años y el primero se lo van a saltar tanto el PNV, que nunca lo ha querido, como el PSE, su bastón. Por otra parte, la deflactación que se aprobó vía decretó en las Juntas ha redundado en un beneficio sobre todo a las rentas altas y un recorte en la recaudación de unos 30 millones de euros. Fuimos el único grupo que se opuso a esta medida.

Se presentan como la alternativa “verde” para gobernar Álava. ¿Qué proponen en este ámbito concreto?

Estamos en un momento muy delicado con el cambio climático y el deterioro de la biodiversidad. Así que hay que avanzar en varios caminos de forma paralela: transición energética, producción de renovables, cambio de modelo industrial y cuidado de la biodiversidad. Lo que se está haciendo en Araba es un error a la hora de enfrentar el tema de la energía, porque se ha abierto la puerta a la especulación y a las grandes empresas sin tener un planeamiento básico. Lo estamos viendo en el parque eólico de Azazeta. Tenemos una muy baja producción de renovables, una respuesta social por la mala gestión y un impacto sobre la biodiversidad.

¿Cuáles son sus apuestas para dar un impulso al medio rural?

Hacen falta cuestiones lógicas: vivienda, transporte público... No contar con el tren de cercanías para unir los dos ejes ferroviarios de Álava, Miranda-Alsasua y Miranda-Orduña, es un error estratégico de la Diputación. Y Alavabus también tiene que mejorar mucho sus servicios y horarios, reduciendo el coste para las familias. Proponemos un bono de transporte mensual por 25 euros para todo el territorio, 15 para estudiantes y gratuito para los menores de 16 años.