- Los frentes se le multiplican a la izquierda abertzale y crecen las voces que cuestionan la sinceridad de su giro pragmático en materia de acuerdos políticos y de alivio del sufrimiento de las víctimas. Arnaldo Otegi ha evitado criticar el respaldo que ha mostrado la izquierda abertzale a los exmiembros de ETA Antton Troitiño y Mikel Albisu, Antza. El coordinador general de EH Bildu esquivó la polémica el pasado viernes con el argumento de que no es el portavoz de la izquierda abertzale ni de Sortu, y que será ese partido quien tendrá que responder a las preguntas formuladas a ese respecto. En paralelo, sectores críticos mantienen el pulso con la difusión de un ongietorri en plena calle, que contradice la apuesta del colectivo oficial y que Otegi sí quiso rechazar en público. Sortu también confirmó que este recibimiento no cuenta con su respaldo y aclaró que las personas que lo organizaron “han actuado en contra de la voluntad expresada por el EPPK”.

Aunque Otegi esquivó el asunto de Antza y Troitiño, Sortu forma parte de la coalición EH Bildu, coordinada por Arnaldo Otegi, y se da la circunstancia de que este grupo político compartió en su cuenta de Twitter la concentración en apoyo a Antza cuando se dirigía a los juzgados a declarar por el asesinato de Gregorio Ordóñez. La portavoz de Bildu en Donostia, Reyes Carrere, participó en la concentración. En el caso de Troitiño, el propio Otegi acudió al tanatorio tras la muerte del expreso, aunque el peso declarativo lo llevó el líder de Sortu, Arkaitz Rodríguez, quien lo lloró como víctima del conflicto obviando su condena por más de veinte muertes.

Otegi compareció el viernes ante la prensa para explicar su posición sobre la reforma laboral. Pero surgieron otras cuestiones en la ronda de preguntas, como el aplauso a Antza, las declaraciones de Arkaitz Rodríguez sobre Troitiño, y el ongietorri al preso Iñaki Etxeberria en Iruñea. Ese recibimiento se contradice con la apuesta del colectivo oficial de presos por celebrar estos actos en privado y sin ostentación pública. Las imágenes saltaron de inmediato a los titulares porque sería el primer ongietorri que incumple el mandato del EPPK un mes después del comunicado. Pero a este expreso se le ha vinculado con protestas del sector crítico ATA, como huelgas de hambre y, además, fue recibido en Iruñea por decenas de personas con banderas por la amnistía, con el logo que diseñó Eduardo Chillida, que utilizaron las Gestoras Pro Amnistía y que está en desuso desde hace tiempo entre el sector oficial de la izquierda abertzale. Lo recibieron con bengalas y aplausos haciéndole el pasillo en la calle.

Fue precisamente sobre este recibimiento donde Otegi se mostró más categórico y aclaró: “No sé a qué recibimiento se refiere, pero estamos en la posición de que no se hagan ongietorris en público. No respaldamos ningún ongietorri público”. Sobre Antza y Troitiño, evitó pronunciarse con el argumento de que no es portavoz de Sortu. Esta ausencia de respuesta se produce mientras el resto del arco político cuestiona la sinceridad del giro de la izquierda abertzale. Mientras tanto, Sortu ha propuesto a su militancia que su estrategia la dirija el último jefe de ETA, David Pla.

“Yo no soy el portavoz de la izquierda abertzale. Por tanto, las cosas que afecten a Sortu las tiene que contestar Sortu. EH Bildu está en la declaración de Aiete”, dijo, en relación al texto que leyeron él mismo y Rodríguez en octubre, en el aniversario de la conferencia que precedió al cese definitivo de ETA en 2011. En esa declaración, reconocían el dolor de las víctimas y que nunca debió producirse, y abrían la puerta a dar pasos para aliviar ese sufrimiento.

En ese contexto llegaría después la declaración del EPPK para situar los recibimientos a los presos en un ámbito privado y discreto. El jueves a la noche, sin embargo, se producía un recibimiento de decenas de personas en el Casco Viejo de Iruñea al preso Iñaki Etxeberria Mortadelo, tras abandonar la cárcel de El Dueso, donde había sido trasladado desde Salamanca. Ha cumplido 25 años de condena por atentados como el asesinato de varios militares. Este acto no contó con el respaldo de Otegi ni de Sortu. El acto no fue difundido en las redes sociales de Etxerat (que se limitó a aplaudir su salida porque vacía las cárceles), Sare, Bildu o Sortu, sino que circuló en un medio digital que difunde pronunciamientos del sector más duro.

Las víctimas criticaron este recibimiento. “Desde la AVT ya lo advertimos: no nos creíamos sus palabras cuando anunciaron el fin de los homenajes a etarras. El tiempo nos ha dado la razón”, criticaron. Covite lamentó que las palabras del EPPK se hayan convertido en “papel mojado”: “Pasillo de honor para un terrorista asesino de seis personas” La Fundación Buesa también fue crítica con este acto.

A Martutene, Basauri y Zaballa. Etxerat informó el viernes de que esta semana se han producido cuatro nuevos acercamientos de presos, en esta ocasión los cuatro con destino a cárceles vascas. Uno de ellos es Yon Troitiño Ciria, sobrino de Antton Troitiño, acercado desde la prisión de Logroño a Martutene. Gorka Lupiañez, por su parte, ha sido acercado desde Logroño hasta Martutene, condenado por secuestrar la caravana de una familia para atentar en Castellón. Zigor Blanco ha sido acercado desde Villabona hasta Basauri y fue condenado por tratar de quemar vivos a dos ertzainas. Jose Mari Novoa Arroniz, por último, ha sido acercado desde León hasta Zaballa.