Falta más de un año para las elecciones municipales y forales de 2023 e incluso más para las autonómicas, pero algunos ámbitos de la política vasca llevan semanas haciendo cábalas con el desalojo del PNV. En ese contexto, en la jornada final de la octava Asamblea General del partido jeltzale, su presidente, Andoni Ortuzar, ha contrapuesto dos modelos: la trayectoria histórica de un PNV que "siempre ha acertado y ha estado en el lado correcto" por su escucha a la sociedad, una dinámica que ahora se propone revitalizar con varios procesos de escucha activa; frente a los "juegos de tronos" de quienes solo piensan en desalojarlo.

Ortuzar ha lanzado su advertencia este domingo, además, en un acto que ha supuesto el primer reencuentro del PNV con la militancia. Han sido 2.500 personas las que se han reunido en el BEC de Barakaldo. Aunque la militancia ha estado sentada en sillas, con contención por el coronavirus, ha habido música e ikurriñas al aire, y ha supuesto una inyección de autoestima para el PNV tras haber tenido que conmemorar el Alderdi Eguna y el Aberri Eguna sin la afiliación dos años seguidos por esta pandemia. La juventud ha sido también protagonista de este acto, que pone el colofón a dos jornadas con una intención evidente de revitalizar y actualizar al partido.

"SIN DESPISTARNOS CON LOS DEMÁS"

Ortuzar ha presentado al PNV como un partido líder que acierta en los diagnósticos y sabe cómo contactar con la sociedad, algo que se propone a hacer nuevamente el año que viene con los procesos Entzunez Eraiki y Zuk Esan. "El PNV ha estado siempre donde tenía que estar en cada momento decisivo de la historia de Euskadi. Ha hecho lo correcto. Con esa garantía, nos presentamos ahora otra vez ante la sociedad vasca", ha dicho el jeltzale, quien ha aclarado que este proceso se hará con la gente, y no "encerrados en Sabin Etxea, en los batzokis, o en sesudos Think Tanks".

Ortuzar ha explicado que el PNV se propone acordar una hoja de ruta para llevar a Euskadi con garantías al año 2050, para asegurar la viabilidad del planeta, "que es la viabilidad también de nuestro proyecto abertzale: Euskadi nación europea". Ha bromeado con que ha pedido siete pares de alpargatas y dos de katiuskas a Olentzero para este proceso de escucha tras el estallido de la pandemia, y ha apostado por ser coherentes con la pluralidad vasca, y con los objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la ONU.

"Tenemos ante nosotros y nosotras un gran reto. Tan importante como pudo ser en los setenta la Transición, o en los ochenta la institucionalización del país, o en los noventa cuando hubo que salir de aquella profunda crisis económica, o en los 2000 para poner fin a la violencia, o más recientemente para volver a hacer frente a una crisis financiera. En todas y cada una de estas ocasiones acertamos", ha defendido Ortuzar.

Contrapuso esta visión a "lo que tenemos alrededor en el mundo político, que no es muy alentador". "Ahí tenemos a unos y a otros haciendo supuestas cuentas de pactos y alternativas a dos, tres y ocho años vista. ¡Cuánto les importa lo que pasa hoy en el país! ¡Qué visión de país más generosa! Demuestran una tremenda falta de respeto a la ciudadanía. Sin que ella haya hablado ya se están repartiendo el supuesto botín", ha afeado.

El jeltzale, sin citar ninguna sigla (aunque en evidente alusión a EH Bildu y algunos mensajes de los socialistas vascos), ha avisado de que "son cuentas en la barra de hielo", que se va a derretir. "Ellos a lo suyo, al juego de tronos; y nosotras y nosotros, a lo nuestro, Euskadi y su futuro", ha zanjado.