- Los socios que componen el Gobierno Vasco, PNV y PSE, han cerrado filas con la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, en el caso de la vacunación de los exdirectores de los hospitales de Santa Marina y Basurto en contra del protocolo, ambos ya apartados de sus cargos. Los dos partidos rechazaron ayer con su mayoría absoluta el intento de reprobación impulsado por EH Bildu y secundado finalmente por toda la oposición, incluido Elkarrekin Podemos-IU, en la sesión celebrada en el Parlamento Vasco. El lehendakari había escenificado minutos antes el arrope absoluto a su consejera, acudiendo junto a ella al Parlamento. Para el Gobierno Vasco, el asunto está zanjado.

Los jeltzales cargaron contra el “juicio sumarísimo” de la izquierda aber-tzale y la acusaron de tener escrita de antemano la sentencia contra Sagardui, porque la reprobación se registró en febrero, desde el minuto uno, antes de solicitar varias comparecencias, un argumento en el que coincidió el PSE. Como segunda idea, los socios defienden que el protocolo estaba claro para todos y no contemplaba vacunar a los directivos, de modo que, en el cruce de mensajes entre Santa Marina y los responsables de Salud, el Gobierno Vasco siempre pensó que hablaban de vacunar solo al personal cuando anunciaban la vacunación de la totalidad del equipo. En una sesión sin la presencia de la parlamentaria de Vox, el resto de la oposición coincidió en reprobar a Sagardui con uno u otro texto. La propuesta de EH Bildu sumó a Elkarrekin Podemos-IU, pero no al PP, que se abstuvo para evitar la foto. Los textos del PP y de Podemos sí tuvieron los votos de los tres partidos, mientras que PNV y PSE los tumbaron con 41 escaños.

Elkarrekin Podemos-IU había registrado una enmienda a la propuesta de EH Bildu en la que pedía depurar responsabilidades. Al contrario que la coalición abertzale y PP+C’s, no pedía la reprobación, pero finalmente votó a favor de las iniciativas del resto en un movimiento que provocó cierta sorpresa en medio de la negociación de la Ley Antipandemia con los partidos que componen el Gobierno Vasco. Ayer mismo, en sede parlamentaria, acercaron posturas sobre una iniciativa para mejorar las ayudas al alquiler para los jóvenes, en el programa Gaztelagun. En cualquier caso, el tono de Elkarrekin Podemos-IU es distinto al de EH Bildu y PP+C’s porque no da por hecho que la responsable sanitaria haya mentido sobre la vacunación de los exgerentes de los hospitales de Santa Marina y Basurto.

Aunque su intervención fue dura, Jon Hernández se limitó a decir que hay “dos versiones” porque el exresponsable de Santa Marina dice que Osakidetza conocía que iban a vacunarse todos. Su bancada quiere que se permita la comparecencia de estas otras voces. Tanto el gerente de Santa Marina, José Luis Sabas, como el del hospital de Basurto, Eduardo Maiz, fueron apartados de su cargo cuando se conocieron los hechos, y Sagardui compareció en comisión. Hernández aclaró que no va a dictar sentencia, y que “tan irresponsable” sería creer a Sabas, como tener fe ciega en Sagardui. Insistió en escuchar todas las versiones porque lo dicho por la consejera no suena “convincente”. El veto a esas comparecencias, según dijo, ha motivado su posición. El PNV puso el foco en la acción conjunta de Bildu y PP, no de Podemos.

El divorcio entre el PNV y EH Bildu volvió a quedar patente en un intercambio de alto voltaje, con Rebeka Ubera acusando al Gobierno Vasco de utilizar la “mentira como herramienta política”. El jeltzale Luis Javier Telleria devolvió la acusación a la izquierda abertzale al considerar que es ella quien miente y practica una política “ruin e indigente” para desgastar a un gobierno bien valorado en las urnas y las encuestas. Incluso la comparó con la estrategia de destrucción del PP en el Estado. Ubera contraatacó con que “lo miserable e inaudito es vetar comparecencias”.

Desde PP+C’s, Laura Garrido acusó al Gobierno Vasco de “faltar a la verdad” y, en una intervención más amplia, con carácter general dijo que “el mito de la gestión” del PNV se derrumba, y que algunos ancianos están siendo citados por la noche para recibir las dosis contra el coronavirus. En otra ocasión, dejó ver que la participación de los jeltzales en la moción de censura contra el expresidente Mariano Rajoy aún lastra la relación. Dijo que “la vida sigue” y que al Gobierno español del PP también le reprobaron ministros o incluso se tuvo que ir de La Moncloa con una moción apoyada por el PNV.

El Gobierno Vasco ha frenado el intento de que Sagardui siga el mismo camino que el consejero Jon Darpón o se convierta en un foco de debilidad. El exresponsable sanitario dimitió ante la ofensiva de todos los grupos a cuenta del caso de las OPE de Osakidetza, pero en aquel momento el Gobierno Vasco carecía de mayoría absoluta.

Sobre Sagardui, el PNV insistió ayer en la tesis de que hubo un malentendido entre los responsables de Salud y el entonces gerente de Santa Marina. En las conversaciones de Whatsapp con Sabas, las alusiones que hizo el directivo del hospital a la totalidad de la plantilla no se entendieron por parte de Salud de manera extensiva como una referencia a los directivos, sino como una referencia a la totalidad de las personas que debían vacunarse, porque el protocolo era claro. En definitiva, hablaban de cosas diferentes. Eduardo Maiz, que no salió prácticamente a relucir, se vacunó utilizando viales sobrantes.

Telleria acusó a Bildu de “buscar sembrar dudas”, con “mentiras o medias verdades”. “Mienten con el acompañamiento del PP. Mentir es decir que la consejera sabía lo que sucedió en Santa Marina”, zanjó. Sobre los plazos de Bildu con la reprobación, insinuó que la registró en febrero y no la activó entonces porque solo la apoyaban PP+C’s y Vox, y le hubiera llevado a la foto de Colón. Vio un “juicio sumarísimo”. Desde el PSE, Ekain Rico coincidió en que Bildu tenía “emitida la sentencia” de antemano. Puso en valor que el Ejecutivo vasco estuvo desde el principio contra esas actuaciones porque así lo acredita que los infractores “dimitieran” de inmediato. Afeó el “teatro” y la “reprobación en diferido”.

Ubera aseguró que “se puede entender” que el gobierno acierte o no en la gestión, pero ve inaceptable “mentir y utilizar la mayoría absoluta para encubrir las mentiras”. Llegó a decir que, si Sagardui hubiera defendido que es una “novata” y se equivocó con el protocolo, lo entendería. Pero la acusó de imponer un relato único y no permitir que se oigan otras voces porque ocultan datos. Añadió que se realizó un reportaje de vídeo porque los vacunados estaban convencidos de que actuaban con su aval.

Debate. Todos los partidos, salvo una EH Bildu que se abstuvo, pidieron ayer al Gobierno español que apueste por consensuar los criterios para ejecutar los proyectos financiados con fondos europeos contenidos en Euskadi Next, de acuerdo con la apuesta de la Comisión Europea por incluir a los entes locales. Fue el resultado de una enmienda transada entre PNV, PSE y PP+C’s a una moción de esta coalición que salió también con el sí de Elkarrekin Podemos-IU. Se pide a Sánchez que tenga en cuenta el marco competencial vasco en la aplicación de las reformas. Bildu afea que se ponga el foco en Madrid sin criticar que Lakua, a su juicio, no dialoga en Euskadi.

“Tan irresponsable sería creer a pies juntillas lo dicho en Santa Marina, como la fe ciega en Sagardui”

Parlamentario de Elkarrekin Podemos-IU

“En febrero presentaron la reprobación, ya tenían la sentencia de culpabilidad”

Parlamentario del PSE

“No es aceptable utilizar la mayoría absoluta para encubrir las mentiras”

Parlamentaria de EH Bildu

“La reprobación a Sagardui es una forma ruin e indigente de hacer política”

Parlamentario del PNV