- Esta vez no se cumplieron las previsiones y la tensión no pasó a mayores en las manifestaciones no autorizadas para protestar por el encarcelamiento de Pablo Hasél. La manifestación a favor del rapero en Atocha, en Madrid, se disolvió pasadas las 20.00 horas tras más de una hora de protestas. “Ahora nos vamos a casa, pero pronto volveremos y seremos más. No nos pararán”, gritó uno de los asistentes al finalizar la manifestación, dando el asunto por zanjado.

La concentración comenzó sobre las 19.00 horas en Atocha y estaba previsto que avanzara hasta la Plaza de Cibeles, según constaba en el cartel de la convocatoria, pero sobre las 19.20 horas los manifestantes tuvieron que detener su avance debido a un cordón policial establecido por los agentes de la Policía española. Algunos ámbitos auguraban tensión y un auténtico polvorín, pero no pasó a mayores. Esas voces se apoyaban en el clima preelectoral en Madrid, la posibilidad de que hubiera un pulso a la presidenta Ayuso, o el hecho de que las manifestaciones no hubieran sido autorizadas, lo que parecía augurar una tensión mayor o similar a la vivida en otras ciudades como Barcelona días atrás, donde se llegó a incendiar un furgón policial cuando un agente se encontraba aún dentro.

Frente al cordón policial, los manifestantes, algunos portando banderas republicanas, pidieron la libertard del rapero Pablo Hasél. “De norte a sur, de este a oeste, la lucha sigue cueste lo que cueste. Violencia es no llegar a fin de mes. Aquí están los antifascistas”, corearon. Asimismo, los manifestantes exigieron la dimisión del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y la libertad de los políticos presos.

Al finalizar la concentración, la Policía identificó a los asistentes en la Cuesta de Moyano por lo que, como protesta, los manifestantes se sentaron en el suelo. Los convocantes de la marcha, según explicaron portavoces a Europa Press, no habían notificado a la Delegación del Gobierno español esta manifestación porque, a su juicio, el Ejecutivo “ha usado la excusa de la Sanidad para prohibir manifestaciones progresistas”. “Decidimos salir sin convocarla. El de manifestación es un derecho democrático fundamental y tenemos plena potestad para ejercerlo”, dijeron.

Las manifestaciones fueron convocadas por todo el Estado por colectivos antifascistas para reclamar de nuevo la libertad del rapero Pablo Hasél tras un mes desde que fuera encarcelado para cumplir una condena por enaltecimiento del terrorismo. La marcha, que no había sido comunicada a la Delegación del Gobierno español, transcurrió finalmente bajo una intensa vigilancia policial y sin incidentes, más allá de los imprevistos cortes al tráfico. La pancarta de la protesta, convocada entre otros colectivos por Movimiento Antirrepresivo de Madrid, rezaba: Por nuestros derechos. Amnistía Total. Libertad Pablo Hasel.