- Podría ser cuestión de tiempo, poco tiempo, que aumente la movilidad a ambos lados de la muga con el Estado francés. El lehendakari está redoblando su llamamiento a España y Francia en una dinámica de marcaje junto a sus socios de la Eurorregión, Nafarroa y Nueva Aquitania. Urkullu reforzó ayer su llamamiento a ampliar la lista de actividades permitidas con una carta enviada al presidente español, Pedro Sánchez, que a su vez fue remitida por el presidente de Aquitania, Alain Rousset, al primer ministro francés, Édouard Philippe. Este envío supone hacer oficial la petición y reforzarla con un importante llamamiento al Estado francés. En paralelo, Philippe se acaba de mostrar dispuesto a abrir las fronteras el 15 de junio.

Los contagios del coronavirus por todo el mundo han provocado una lógica aprensión y prudencia en los estados de la Unión Europea, que se resisten a abrir las fronteras para no exponerse al riesgo de importar nuevos casos. En el Estado español, no se contempla la apertura de fronteras, como mínimo, hasta julio, una vez finalizado el plan de desescalada y una vez permitida la movilidad a nivel interno entre territorios y comunidades autónomas. Philippe se abre a hacerlo antes si hay reciprocidad.

La situación hasta ahora está penalizando a los territorios limítrofes, como la comunidad autónoma vasca y Nafarroa en sus vínculos con la región de Nueva Aquitania en el Estado francés. Han visto reducida a su mínima expresión la movilidad, solo para personal sanitario, bomberos o transportistas, lo que supone truncar la intensa vida social y económica que se ha consolidado en la Eurorregión. Urkullu no plantea de inmediato la apertura total ni por ocio, pero sí movilidad cotidiana para trabajar en proyectos transfronterizos, para relaciones familiares y consultas médicas.

La carta del lehendakari, que es el presidente de turno de la Eurorregión Nueva Aquitania-Euskadi-Nafarroa y lidera esta negociación en nombre de los tres gobiernos, la hizo pública ayer el Ejecutivo vasco en una jornada donde reforzó por todos los flancos su petición. El consejero Josu Erkoreka se la planteó también al Gobierno español por la tarde en la reunión de la conferencia para asuntos relacionados con la Unión Europea, y la diputada Josune Gorospe, en el Congreso, reclamó al ministro Illa una "alternativa inminente" para las zonas limítrofes de Gipuzkoa y Nafarroa, cuya economía y empleos "agonizan" por el cierre de fronteras.

El lehendakari no pretende un levantamiento total de las fronteras ni desplazamientos por ocio, y él mismo ha mantenido en la comunidad autónoma el criterio de no permitir la movilidad entre territorios salvo para supuestos concretos. Pero lo que sugiere es que, mientras no se produzca el levantamiento total de las restricciones para la libre circulación de personas entre los estados francés y español, sí se amplíen los supuestos para moverse en la zona transfronteriza, con el objetivo de amortiguar el impacto en la economía y la vida social de quienes residen cerca de las fronteras. En concreto, se pide, por una parte, permitir la movilidad para abordar los proyectos transfronterizos financiados por la Eurorregión y entidades similares, donde durante años se han impulsado infraestructuras, investigación e iniciativas culturales.

Por otro lado, se plantea que los residentes de las zonas próximas a la muga y cuya vida cotidiana se desarrolla a ambos lados puedan moverse por supuestos "familiares y socioeconómicos". No se plantea por ocio, lo que excluye desplazarse a segundas residencias para pasar estos días de buen tiempo. Por último, se reclama la movilidad habitual para consultas médicas y paramédicas. Urkullu plantea igualmente abordar la movilidad entre la CAV y Nafarroa para los dos primeros supuestos. Lo que se pretende es que no se produzca un retroceso en los vínculos de la Eurorregión, que ha resurgido en los últimos años tras la incomunicación que impuso UPN en Nafarroa.

Urkullu, en colaboración con Rousset para limar diferencias con Francia y mano a mano con la navarra Chivite, alerta en su carta sobre los "efectos negativos en los ecosistemas sociales y económicos". "La crisis del covid y las restricciones impuestas para hacerle frente han impactado directamente en la relación transfronteriza, llevándola a una situación de mínimos que no debiera prolongarse más allá de lo imprescindible", dice. Recuerda las fronteras que "conseguimos borrar y que, en modo alguno, queremos ver regresar".

Impulso. El lehendakari quiere dar un impulso al movimiento dentro de la Eurorregión mientras la situación sanitaria sea similar entre sus territorios. La Eurorregión es un proyecto ambicioso que cubre a nueve millones de habitantes, una superficie de 100.000 kilómetros cuadrados y más de 3,5 millones de empleos. La crisis del coronavirus supone una amenaza para una iniciativa que ya tuvo que capear con quince años de gobierno de UPN en Nafarroa, que rompió todos los lazos por su empeño en vivir de espaldas a la comunidad autónoma vasca. La Eurorregión recibió un nuevo impulso con el Gobierno de Uxue Barkos (Geroa Bai) y la relación no se ha roto con la socialista María Chivite. La Eurorregión financia proyectos sobre aeronáutica, alimentación, cultura y ciudadanía y todo tipo de ámbitos donde están inmersos agentes socioeconómicos vascos y de ambos lados de la muga.

"La situación tiene efectos negativos en los ecosistemas sociales y económicos"

Lehendakari