- La ministra de Igualdad, Irene Montero, volvió ayer a escena después de sus dos semanas de cuarentena tras dar positivo por coronavirus, y acusó a la derecha de utilizar la crisis sanitaria con “saña” y de forma partidista para “atacar a las mujeres y al feminismo”, al denunciar que las marchas que se celebraron el 8 de marzo tuvieran que ver con la expansión de la pandemia. La número dos de Unidas Podemos criticó el nivel “de agresividad y de odio con el que la extrema derecha está intentando señalar a las mujeres en relación a la manifestación del 8-M y la crisis del coronavirus”, con un comportamiento que “no responde a un dato científico” sino a su “interés partidista”. Ese mismo fin de semana se celebraron “centenares de otros eventos” deportivos y culturales, en los que “casualmente no pone el foco”, apuntó Montero en La Sexta.