- El frágil alto el fuego acordado por armenios y azerbaiyanos entró ayer en vigor en el enclave separatista de Nagorno Karabaj sin que parezca que las partes estén dispuestas a respetarlo por mucho tiempo. Como estaba previsto, el cese el fuego se hizo realidad a mediodía de ayer, dos semanas después del estallido de unos combates que se han cobrado ya cientos de vidas civiles y militares.

Los pocos habitantes que no fueron evacuados se muestran escépticos, ya que no hay plena confianza en que la tregua sea duradera.

Después de una noche de intensos combates en el flanco sur, limítrofe con Irán, pocos minutos después del mediodía de ayer comenzó el cruce de acusaciones de violaciones de la tregua.

“Terter y Agdam están bajo fuego enemigo”, informó la oficina de prensa del Ministerio de Defensa azerbaiyano. Ambas ciudades han sido objeto de ataques armenios desde el inicio de las hostilidades, al igual que las ciudades estratégicas de Dzhabraíl y Fizuli, que también fueron martilleadas ayer por la artillería armenia. En la misma línea, Ereván denunció ataques contra objetivos civiles en Nagorno Karabaj. “Ignorando la tregua humanitaria anunciada el 10 de octubre a partir de las 12.00 horas, unidades militares azerbaiyanas perpetraron a las 12.05 horas un ataque contra el sector Karajambeili”, escribió Shushán Stepanián, portavoz de Defensa, en Facebook.

Azerbaiyán no descartó ayer “la reanudación de las acciones militares” si Armenia no cumple con sus obligaciones.

El asesor de la presidencia azerbaiyana, Hikmet Hajiyev, advirtió en rueda de prensa que la tregua es “humanitaria” y “provisional”, y destacó que Bakú aceptó reunirse la pasada noche en Moscú con su colega armenio.

Por su parte, el ministro de Exteriores armenio, Zohrab Mnatsakanián, aseguró que uno de los principales objetivos de las negociaciones es afianzar el alto el fuego.

Invitados por el Kremlin, armenios y azerbaiyanos acordaron la pasada noche en Moscú un cese el fuego con el fin de canjear prisioneros de guerra e intercambiar los cuerpos de los soldados caídos en el frente.

Además se comprometieron a iniciar “negociaciones sustanciales” con el fin de lograr un “pronto” arreglo pacífico al conflicto, aunque no se mencionan plazos ni de cese de las hostilidades ni para una reanudación del proceso de paz.