- El presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, admitió ayer que quizás ha estado demasiado tiempo pegado al sillón presidencial al llevar 26 años al frente del país. Tras un mes de presiones de la oposición y de la calle dejó claro que, por ahora, no piensa abandonar el poder.

“Sí, quizás he estado un poco de más en la poltrona, pero, efectivamente, sólo yo puedo ahora defender Bielorrusia”, dijo Lukashenko en una entrevista a tres medios rusos.

Lukashenko, que llegó a la Presidencia bielorrusa en 1994, lo que le convierte en el dirigente europeo que lleva más tiempo en el cargo, advirtió de un posible baño de sangre si deja el poder. “Yo no me iré así como así. Dediqué un cuarto de siglo a construir Bielorrusia. No voy a tirar todo por la borda de buenas a primeras. ¡Además, si me voy, se cepillarán a mis partidarios!”, afirmó.

El líder autoritario ganó el pasado 9 de agosto las elecciones presidenciales con un 80,1% de los votos y asumió un sexto mandato, en unos comicios tachados de fraudulentos por la oposición y buena parte de la comunidad internacional. Por otro lado, Lukashenko cuenta con el apoyo de Putin, y ambos dirigentes achacan el conflicto a intereses geopolíticos occidentales.