La Diputación Foral de Álava se ha propuesto que las personas que tienen algún familiar en alguna residencia foral de Álava dejen de ser meros visitantes para que tomen parte activa en su alimentación, higiene o medicación. Y lo mismo pretende hacer con los profesionales de estos centros con el fin de fomentar al máximo su empatía y apoyo emocional hacia los usuarios. Se trata de tejer una red de cuidados auténticos. Por ello, ha puesto en marcha Gizarea, un modelo de atención centrado en las relaciones, que va "más allá" del dirigido a la persona. Con el fin de conocer las claves de este nuevo modelo, que ya imparte su formación en la residencia foral de Lakua y que en enero hará lo propio en la de Etxebidea, expertos del sector asistieron a un emotivo encuentro, que pudo verse el jueves en www.noticiasdealava.eus y que sigue disponible para quien quiera acceder al mismo.

Moderado por Marta Martín, directora de DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, cuenta con la intervención del diputado de Políticas Sociales, Emilio Sola, y un coloquio entre el director foral de Innovación de Políticas Sociales, Iñaki Artaza; los directores de la residencia Lakua, Brígida Argote, y Purísima Concepción (Murgia), Fidel Molina; así como el testimonio de una familiar, Rocío Martínez.DIPUTACIÓN FORAL DE ÁLAVA

El diputado alavés de Políticas Sociales, Emilio Sola, encargado de inaugurar el encuentro Hacia un nuevo modelo de cuidados en Álava, celebrado en la sala de la Fundación Vital de Dendaraba, defendió que un "reto fundamental" que tiene su Departamento es la revisión del modelo asistencial actual. "Es una de nuestras prioridades y estoy hablando de hacerlo a nivel general, tanto del residencial, como el del hogar", subrayó.

Esta revisión ya la estaba haciendo la Diputación antes de la irrupción del covid en la sociedad, "pero la pandemia lo que ha hecho es acelerar esa necesidad de cambio", dado que las restricciones han afectado las relaciones que las personas usuarias mantenían con sus familiares y también con los profesionales de los centros "porque no es lo mismo atender con EPI (Equipos de Protección Individual) o con pantallas".

De ahí que la Diputación Foral de Álava se haya propuesto dar "un paso más allá" en los cuidados que ofrece, al pasar de la atención centrada en la persona al de las relaciones: "A ese nuevo modelo le hemos puesto un nombre: Gizarea, que hace un guiño a todas esas relaciones. Estamos hablando de las redes que se tejen entre las personas", especificó Sola.

A la hora de implementar este nuevo modelo, "lo primero de todo" era saber a quién iba a ir dirigido. "La realidad es que son personas que no pueden muchas veces expresar ni sus deseos, ni sus necesidades. En nuestro caso, destaca el perfil psicogeriátrico porque un 70-80% de los residentes en centros forales padecen demencia y un 30-40% incluso demencia severa", ilustró.

También ha sido fundamental contrastar las experiencias de los países "más punteros a nivel mundial", donde la institución foral ha comprobado que "los anglosajones, sobre todo Australia, tienen bastante desarrollado ese nuevo modelo que queremos traer aquí, pero adaptándolo a nuestra idiosincrasia, construyendo esas relaciones y primando la empatía, los afectos y el apoyo emocional".

Familias, profesionales y usuarios

Familias, profesionales y usuariosSe pretende así "dar más juego a las familias, para que no sean meros visitantes, que no haya una rigidez de horarios, y que puedan participar a la hora de dispensar medicinas, alimentos o ayudar en su higiene. Es un plus que nos parecía muy importante. No se trata de dejarles un espacio en el centro para reunirse de vez en cuando", remarcó.

Además, Gizarea también pretende implicar más a los profesionales, "con el fin de fomentar todavía más la empatía hacia la persona usuaria".

Gizarea es un modelo innovador que llegará a los que no pueden expresar "qué quieren o necesitan"

Y eso, como precisó, solo se consigue formando a todos ellos en esa atención centrada en relaciones. Un primer paso que ya se está dando en la residencia foral Lakua y que en enero se hará lo propio en Etxebidea. "Esto está empezando a ser una realidad ya y vamos a seguir una hoja de ruta para implementar el modelo en Arabarren y que también se va a extender con algún matiz diferencial en Etxean Bai", avanzó el diputado de Políticas Sociales.

La experiencia piloto de Gizarea también se extenderá a Arabarren y al programa Etxean Bai

Por todo ello, "con Gizarea estamos hablando de un proyecto innovador, de una comunidad de cuidados destinada a mejorar las relaciones entre residentes, familiares y profesionales, es decir, hay un triángulo relacional que va a beneficiar a todos ellos. Ya no es un binomio y eso se está viendo ya entre las personas residentes y su calidad de vida, con una mejora sustancial en todos los casos", subrayó Sola.

RESIDENCIA FORAL LAKUA

La residencia foral Lakua ha sido la elegida para empezar en Álava la experiencia piloto en materia formativa de Gizarea, el nuevo modelo foral de atención centrado en las relaciones, y su directora, Brígida Argote, asegura que ya han conseguido "dar un paso más allá"."Acabamos de comenzar el proyecto de Gizarea y, sin embargo, ya hemos creado unas relaciones auténticas"

"Acabamos de comenzar el proyecto, como quien dice, y sin embargo, hemos creado unas relaciones auténticas entre profesionales y familiares y esto estamos viendo que está llegando ya a los residentes, de tal manera que aunque todos tienen un deterioro cognitivo muy avanzado, estos días, con el ambiente y relaciones que se han creado entre los profesionales y los familiares, a los usuarios les ha generado más tranquilidad. Se les nota, de alguna manera, con más serenidad. Ya estamos notando que no se está dando tanta medicación. Están más relajados".La directora de la residencia foral Lakua ya ha notado que no se está dando tanta medicación a los usuarios

La importancia de conocerse

La importancia de conocerseArgote también explicó en qué consiste esa experiencia formativa de Gizarea. "Empezamos con una metodología de conocernos a nosotros mismos y de conocer a los otros para crear esas relaciones y esos vínculos. Una relaciones que siempre hay que poner el apellido de auténticas. Se trata de dónde hay que poner el foco porque a veces nos perdemos en otras historias que no llevan a nada y que además nos generan malestar y no vamos hacia un objetivo de calidad y positivo. Creo que es importante que seamos compasivos, en el sentido de entender su sufrimiento y hacer todo lo posible por aliviarlo".

Gracias a esa formación, han podido conocer cuáles eran sus fortalezas "para saber hacia dónde queremos ir y cómo". Y a partir de ahora se formará un grupo motor con familiares y profesionales. "En este caso, no hay residentes porque tienen demencia muy avanzada. Y dentro de unos meses evaluaremos el impacto entre los tres agentes", aclaró Argote.RESIDENCIA PURÍSIMA CONCEPCIÓN (Murgia)

Fidel Molina, adjunto a la dirección de la residencia privada Purísima Concepción de Murgia contó que en su centro llevan trabajando desde hace años el modelo de la atención centrada en la persona, aunque cree que el centrado en las relaciones es, sin duda, "nuestro ADN", teniendo en cuenta que su residencia se enmarca en el valle de Zuia, por lo que "para nosotros, ese familiar y ese residente es el vecino, el del caserío de al lado. Estamos, además, en una casa que llevan las Hijas de la Caridad. Ellas son las protagonistas de esta historia que lleva 153 años en Zuia. Por tanto, las relaciones son los pilares de la residencia y sin ellos se cae".

Molina, por todo ello, cree que un modelo centrado en la persona, sin relaciones, "no tiene ningún sentido, puesto que para cualquier cuidado necesitamos de los demás para complementarlo". De ahí que esté "deseando caminar con el modelo de Gizarea. Este modelo pone de manifiesto que tenemos que estar implicados. No es un lavarse las manos en el sentido de dejar a un familiar en una residencia y olvidarte. Son vínculos que hay que fortalecer, especialmente, en nuestras residencias, donde el sufrimiento, la enfermedad y la muerte están tan presentes".

A LA VANGUARDIA ASISTENCIAL

El objetivo que la Diputación Foral de Álava se ha marcado con Gizarea, como explicó Iñaki Artaza, director de Innovación, Sistemas de Gestión y Evaluación del Departamento foral de Políticas Sociales, está muy claro: "Pretendemos hacer una transformación del modelo de cuidados de la calidad asistencial, desde una apuesta innovadora, como es la de fortalecer el vínculo que existe entre las personas que cuidamos, sus familias y los profesionales. Estamos a la vanguardia de los cuidados. De hecho, nuestros compañeros de otros territorios ya nos están preguntando por este modelo".La Diputación Foral pretende hacer una transformación del modelo de cuidados, desde una apuesta innovadora

Otra novedad de Gizarea es que esa formación se está haciendo de forma conjunta entre profesionales y familias "y esto es una experiencia nueva. De alguna manera, Gizarea significa también compromiso porque estamos hablando de mejorar relaciones entre personas, pero para hacer eso se necesita que haya compromiso porque las personas, cuando tienen una relación afectiva cercana, se comprometen más. Ese compromiso hace que la calidad del cuidado sea mejor. Es nuestro objetivo".

Algo diferente al modelo de cuidados centrados en la persona. "Eso ya se estaba haciendo, pero la atención centrada en las relaciones, lo que intenta es centrar el cuidado en ese vínculo, en esa relación que tiene que haber en todos los participantes del cuidado. Es la diferencia. Todos los estudios que hemos revisado, y puedo asegurar que han sido unos cuantos, vienen a decir lo mismo: que cuanto mejor es el vínculo de todos los participantes, mejora la calidad de vida de las personas a las que cuidamos".Evaluación del proyecto

El propio Artaza ha sido el encargado de supervisar esta formación que Gizarea está empezando a dar para ver de qué manera se estaba desarrollando y ha visto "ilusión y empatía". No podemos perder de vista que detrás de todo esto hay ciencia, hay metodología y una serie de indicadores que estamos ya midiendo para ver en seis meses cómo ha mejorado esa calidad de vida de las personas a las que cuidamos, cómo ha mejorado la satisfacción que tienen las familias con los cuidados y la de los profesionales con el trabajo que realizan"."Estamos a la vanguardia asistencial. Compañeros de otros territorios ya nos están preguntando por Gizarea"

Gizarea también se puede aplicar en el domicilio, "porque de lo que se trata es de fortalecer relaciones que no dependen del lugar en el que se hacen, sino de que existan. Entonces, tiene todo el sentido del mundo que fortalezcamos las relaciones allí, aunque lo que pasa es que cambian los protagonistas de esa relación porque en casa no va a haber profesionales de residencias. En Etxean Bai, son asistentes personales o cuidadores familiares y nos van a ayudar las nuevas tecnologías para que desde un centro telemático de referencia podamos seguir la calidad que esos cuidadores familiares o asistentes personales proporcionan. Y ahí le vamos a ayudar lanzándole un plan de cuidados, formación, ejercicios o posibilidad de que venga a ese centro de referencia para hacer ejercicios de rehabilitación, fisioterapia, terapias ocupaciones... Lo que cambia es el hogar, pero la filosofía de atención centrada en las relaciones es la misma", recalcó.

FAMILIAR DE RESIDENTE

Rocío Martínez Villar, familiar de una persona que está en la residencia foral Lakua, no tiene duda de "lo muy buena" que está siendo la experiencia piloto que Gizarea está llevando a cabo en este centro de Vitoria.Esta familiar de una persona residente destaca que el vínculo que están creando ya lo notan los usuarios

"El proyecto me parece precioso. Nos ha unido, porque, al final, están los trabajadores, los usuarios y nosotros y estamos creando un vínculo que se nota. Es muy familiar. Y si entre nosotros tenemos un vínculo tan fuerte, el primero que lo nota es el usuario porque nos ve que nos unimos, que hablamos entre nosotros... Y todo lo que sea mejorar, ellos también lo reciben".

Lo "fundamental" para lograrlo, como precisó Martínez Villar, es que haya confianza. "Una vez que empiezas con este proyecto, te das cuenta de lo importante que puede llegar a ser y lo que nos puede cambiar. Esto tiene que salir adelante. Se lo tenemos que contar a todo el mundo porque todos tienen que llegar a probarlo", agregó.

Por eso dio las gracias a las personas que les están formando, como "Maite e Isabel, porque nos están ayudando mucho"."Esa transición al modelo centrado en las relaciones nos ha salido tan natural que ha sorprendido a todos"

Y gracias al empeño de todas las partes, esa transición del modelo de atención centrado a la persona al de las relaciones "ha salido tan natural, que nos ha sorprendido a todos. Cuando hemos visto que es una relación entre todos, que entre todos nos tenemos que comprender y que nos teníamos que ayudar... Creo que nos hacía falta a todos. Ojalá siga este proyecto adelante porque creo que lo necesitamos todos", desea Rocío.