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Más bomberos de Álava toman el relevo en Valencia: así trabajan en medio del caos y llenos de barro

12 bomberos de Álava vuelven a Nanclares, a su rutina. En Alfafar, Sedaví y Catarroja han dejado a su relevo: otros compañeros que seguirán achicando agua en garajes y limpiando aceras para que la vida de los vecinos golpeados de lleno por la DANA sea un poco más fácil

Así trabajan en medio del caos y llenos de barro: más bomberos de Álava toman el relevo en Valencia

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Ya están llegando a casa. A su base en Nanclares. En autobús desde Valencia junto a compañeros de Gipuzkoa.

Unas horas en carretera para descansar, pensar, reflexionar e intentar asimilar todo lo que han vivido desde el domingo y no les arrastre.

Tienen experiencia, y mucha, pero "lo de Valencia lo ha superado todo".

12 bomberos de Álava vuelven a su rutina. En Alfafar, Sedaví y Catarroja han dejado a su relevo: otros compañeros que seguirán achicando agua en garajes y limpiando aceras para que la vida de los vecinos golpeados de lleno por la DANA sea un poco más fácil.

Allí en Valencia han dejado los camiones, las motobombas funcionando y todo el material operativo para que sigan trabajando sus compañeros, por lo menos hasta el sábado, depende cómo vaya evolucionando todo.

"Poco a poco la situación va mejorando, pero la cantidad de lodo que se está acumulando es impresionante", explica Xabi,uno de los mandos de bomberos de Álava que ya regresa.

Desde que llegaron el domingo, les habían asignado trabajos de rescate y rastreo, y labores de achique en garajes y sótanos. “Todos tenemos mucha experiencia pero nunca habíamos trabajado en un escenario de esta magnitud”.

Y es que cada día las prioridades en Valencia han ido cambiando, y los servicios de emergencia se organizan buscando un pequeño orden dentro del caos.

"Si al principio nos asignaron la búsqueda y rastreo de supervivientes y víctimas, luego hemos estado achicando agua de garajes y bajos e inspeccionando edificios".

Después de trabajar durante horas en la zona cero, volvían por la noche a dormir a un polideportivo. Han rastreado garajes sin encontrar víctimas.

Desde que llegaron, solo tienen palabras de agradecimiento y de ánimo para los vecinos. "Se nos acercaban y nos ofrecían lo poco que tienen ahora, un café o algo para comer”.

Así han trabajado en una zona completamente devastada donde vecinos y vecinas se han quedado sin nada. “La gente está emocionalmente muy afectada, lo han perdido todo. Muchas pérdidas humanas, además de sus casas, coches, negocios... todas los comercios y tiendas han desaparecido”, contaba Xabi.