Un hombre ha sido detenido por la Ertzaintza como presunto autor del espectacular incendio que este martes ha calcinado una villa de estructura de madera ubicada en el número 55 de la Calzada de Egia, según ha confirmado el concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Donostia, Martin Ibabe.

El arresto, del que todavía no se han dado más detalles, se habría producido en las inmediaciones de la estación de autobuses. Al parecer, algunos testigos habrían visto a una persona abandonando la vivienda afectada minutos antes de que comenzara el incendio, lo que posteriormente ha facilitado su detención.

Todo ha comenzado en torno a las 7.50 horas de este mañana, cuando los bomberos han recibido el aviso de que se estaba produciendo un incendio "de grandes dimensiones", tal y como ha descrito Ibabe, quien se ha acercado hasta la vivienda afectada, situada en la Calzada de Egia, en la zona de Jai Alai, entre Ategorrieta y Gros. En menos de diez minutos, los bomberos se encontraban ya en el lugar atacando las llamas.

El incendio ha causado un gran revuelo entre los vecinos, que se han visto obligados a abandonar apresuradamente sus casas, si bien han podido regresar enseguida, ya que el fuego no ha salido de la vivienda afectada. Sorangie es una de esas vecinas que no olvidará el sobresalto: "Estaba durmiendo cuando pensé que estaba lloviendo". Sin embargo, al levantarse y mirar por la ventana, las llamas, que han sido muy espectaculares porque la madera ha ardido con facilidad, ayudada por el fuerte viento que sopla estos días, le han asustado: "Corrí a llamar a mis padres y a despertar a los niños. Los vecinos ya nos estaban tocando para que, por favor, desalojásemos", cuenta esta vecina del tercero derecha del edificio contiguo al afectado.

Según ha explicado el responsable de Seguridad del Ayuntamiento, los bomberos han podido controlar el fuego desde el tejado con la escala e impedir que fuera más allá del propio edificio, cuya estructura de madera "se ha visto muy afectada". En este sentido, las llamadas han quedado confinadas a la propia vivienda y no ha habido que desalojar a ninguna persona de edificios colindantes. Sin embargo, las tareas de extinción se han demorado durante varias horas, ya que los bomberos se han afanado por "enfriar la estructura" para que las llamas no se reavivaran con el viento.

Al parecer, "todo apunta a que el fuego ha sido provocado", ha explicado Ibabe, sin bien, se desconocen las causas del mismo. Lo que sí se sabe es que, a pesar de que el inmueble se encontraba deshabitado, los dueños no habían dado de baja el servicio eléctrico, algo que es muy poco habitual en este tipo de viviendas.

Ibabe se mostraba cauto a la hora de hablar de la posibilidad de que hubiera algo más que daños materiales. "Parece que no ha hay nadie (en el interior), pero todavía no hemos podido entrar para confirmarlo", señalaba en las primeras declaraciones realizadas in situ el concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Donostia.

Según ha podido saber este periódico, la vivienda abandonada llevaba okupada "dos o tres meses" por un grupo de cuatro personas de origen norafricano. De hecho, en este tiempo, los vecinos han avisado varias veces a la policía de presencia de personas en la casa, aunque no se habían producido incidentes, como sí ha ocurrido en otras casas okupadas de la capital.

Los responsables municipales se han puesto en contacto con los dueños del edificio mientras analizan la situación de una estructura "que ha quedado muy dañada", con vistas a garantizar la seguridad en la zona. Aunque en un principio se ha especulado con que el inmueble pudiera estar protegido por el Plan Especial de Protección del Patrimonio Urbano Construido (PEPPUC), finalmente este hecho ha sido descartado por fuentes municipales.

El siniestro ha causado un gran revuelo en plena hora punta de la mañana. La humareda, visible desde distintos puntos de la ciudad, y las llamaradas que salían del edificio han captado la atención de los vecinos y viandantes que transitaban en ese momento por el lugar.