Refugiada afgana, cirujana y delantera del París Saint-Germain, la historia de vida de Nadia Nadim es todo un ejemplo de superación y de lucha. Los talibanes asesinaron a su padre, un general del Ejército Nacional Afgano, cuando ella tan solo tenía 12 años, en el 2000 y tuvo que huir, junto a su madre y sus hermanas, para evitar una muerte segura.

Ahora, a sus 33 años, Nadim está completando su tercera temporada en uno de los clubs más importantes del mundo: el París Saint-Germain (PSG) y se ha convertido en una auténtica estrella del futbol.

Nacida en Herat (Afganistán) en 1988, Nadia y su familia se fueron primero a Italia con pasaportes falsos y, tras varios meses en distintos campos de refugiados, consiguieron el asilo y empezaron una nueva vida en Dinamarca. Allí Nadia debutó como jugadora en el equipo del campamento. "La primera vez que vi el fútbol fue allí, en un campo de refugiados de Dinamarca. Y pensé que eso es lo que yo quería hacer", recuerda Nadia en una entrevista.

Nadia comenzó su carrera en el club de fútbol B52 Aalborg, en Dinamarca. Jugó en muchos clubes de Dinamarca y Estados Unidos, pero se unió al Manchester City de Inglaterra en 2018. En enero de 2019, Nadia se dirigió a París para convertirse en jugadora del PSG, y en julio el club francés amplió su contrato hasta junio de 2020. Esta temporada Nadim ha marcado 10 goles en 19 partidos con el PSG.

Sin embargo, no todos los refugiados han corrido la misma suerte, como es el caso de Sharbat Gula, la famosa mujer de los ojos verdes portada del 'National Geographic', o el de la capitana de la selección afgana de baloncesto en sillas de ruedas, Nilofar Bayat.

Nadia reconoce que el fútbol se convirtió en una "obsesión" para ella. Solía imitar los movimientos y las habilidades de regate de los jugadores de fútbol que veía en la televisión. Su ídolo era el legendario delantero brasileño Ronaldo. Aunque siempre ha sido una gran admiradora de Zlatan Ibrahimovic por su actitud en el campo. Actualmente, la afgana, que habla nueve idiomas y dedica gran parte de su tiempo a causas benéficas, está terminando sus estudios de Medicina.

En 2019 Nadia fue nombrada embajadora de la UNESCO por su trabajo en apoyo a la educación de las niñas. "Si quieres cambiar algo, tienes que empezar por las escuelas. Tienes que educar a la gente, y me siento muy honrada de haber sido elegida porque creo que es una gran responsabilidad", señaló.