La Ertzaintza y las policías locales vascas ha advertido de los robos a mayores con el método del "abrazo solidario" o "abrazo cariñoso". Según han explicado desde el departamento de Seguridad del Gobierno vasco, se trata de una técnica llevada a cabo habitualmente por mujeres que consiste en aproximarse a una víctima, normalmente elegida por ser de edad avanzada y no estar acompañada, y que porta objetos de valor en su cuello o muñecas.
Los autores de los robos intentan embaucar a su víctima con saludos efusivos, aparentando que le conocen, solicitando información de cualquier tipo e incluso ofreciéndoles favores sexuales. Mientras llevan a cabo esta conversación de distracción les agarran de manos y brazos o les abrazan para quitarles collares, pulseras, relojes o cualquier objeto de valor que lleven.
Los autores de estos robos son "son el último eslabón de grupos criminales con origen en Europa del Este", que operan de manera organizada operan de manera organizaday que cambian de ubicación periódicamente. Las asaltantes están siempre escoltadas por un vehículo, normalmente conducido por un varón de la misma nacionalidad, que les sigue de cerca para que, en el caso de que el intento de robo sea fallido o la víctima note que le quieren robar la mujer pueda subir al vehículo y huir del lugar.
Cuando consuman un robo suelen dejar el municipio donde lo han cometido para trasladarse a otro y buscar una nueva víctima.
Los lugares preferidos para llevar a cabo los hurtos son las calles comerciales, parques públicos, cercanías de centros religiosos, aledaños de residencias de la tercera edad y sociedades de jubilados, geriátricos y centros sanitarios. También se producen casos en el interior de portales y ascensores.
La Ertzaintza y las policías locales para evitar el "abrazo solidario" lanzan una serie de consejos:
Evitar hacer ostentación innecesaria de joyas o relojes de alto valor económico en la vía pública.
Desconfiar de las personas desconocidas que invadan nuestro espacio personal, especialmente si se muestran excesivamente efusivas y cariñosas. No permitir el contacto físico.
Evitar en la medida de lo posible transitar en solitario en inmediaciones de lugares cómo; calles comerciales, parques públicos, cercanías de centros religiosos, aledaños de residencias de la tercera edad, sociedades de jubilados y centros sanitarios.
Llevar a cabo una revisión de los cierres de estos objetos, haciéndolos reparar o sustituir en caso de que se encuentren defectuosos. En los de mayor valor sería conveniente, incluso, hacerles instalar un cierre o enganche suplementario.
En caso de sufrir un asalto de este tipo, o ser testigo de uno, llamar inmediatamente al teléfono de emergencias 112, intentando aportar datos sobre las características físicas de la persona sospechosa y, de ser posible, sobre el vehículo utilizado en la huida.
Finalmente, es importante recordar la conveniencia de guardar fotografías de los objetos de mayor valor a fin de que, si alguno de ellos es sustraído, se pueda aportar la fotografía al presentar la denuncia.